ASÍ SE PIERDE EL ROMANTICISMO
ASÍ SE PIERDE EL ROMANTICISMO
(Poema)
No hay romance sin amor.
Si se mantiene un romance con la vida,
la vida explota de belleza.
No hay ojos para lo feo, no hay pensamientos
de negatividad que siembren de infelicidad
el día que está por transcurrir, ni los meses
que están por venir.
Un romance con la vida permite vivir su magia
y su belleza reverbera en el alma, y extasiando,
no se puede dejar de admirar tan majestuosa
creación, sin admirar al creador.
Creación perfecta que solo los humanos insolentes
la única manera que tienen de empañar su belleza,
es creando una imitación de vida en su propio mundo
para demostrar que son mejores que quien los creó.
Es en esta vida privada donde maldicen su mala suerte.
Es en esta vida donde desean no haber nacido.
Es en esta vida donde mantienen sus odios y deseos de
venganza.
Es en esta vida donde cohabitan con la depresión.
Es en esta vida inventada por ellos donde retan al
creador
para demostrarle que prefieren vivir la vida que están
imaginando,
que vivir la vida como les fue concedida.
Es en estos modelos de vida donde se agotó el amor.
El amor se les ha vuelto tan escaso y efímero, que
apenas alcanza
para conseguir pareja y continuar manteniendo la
supervivencia
de la especie humana. Y luego de los hijos, a esa
pareja
les queda una relación de disgustos, roces y fricciones
dando como resultado un estado de infelicidad que los
hace
lamentar haberse conocidos.
No hay romance sin amor, y sin un romance con la vida
no se puede amar la vida de otro ser.
Así se pierde el romanticismo.
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