¿RECUERDAS TU PRIMERA EXPERIENCIA?
ESA PRIMERA VEZ. CONSECUENCIAS PSICOLOGICAS.
Esa primera
vez. Todos tenemos una primera vez para muchas cosas. Muy pocas personas se han
dado cuenta del peligro psicológico que existe para un ser humano cuando va o
vive una experiencia por primera vez.
Por lo general
no hay una pre-preparación guiada para allanar lo más posible el abismo que hay
en una experiencia inexistente para uno.
Por ejemplo;
Si alguien se acerca a un kínder cuando comienza el año escolar, podrá ver y
oír los extraños comportamientos de esos niños que van por primera vez. Muchos
de ellos quedaron marcados para el resto de su vida.
Por ejemplo: Esa
primera experiencia causada por el desarrollo fisiológico donde las hormonas
provocaron todo tipo de cambios y reacciones físicas desconocidas.
O esa primera
experiencia cuando se tuvo sexo por primera vez con otra persona.
Esas primeras
experiencias estigmatizaron psicológicamente la vida de muchas personas hasta
el día de hoy.
El mayor
peligro psicológico lo vive la persona cuando no tiene tiempo de generar su
propia opinión por que ya tiene la mente atapuzada de preceptos y dogmas que de
ellos solo sabe o entiende que son malos. Y como son malos con no hacerlo está
a salvo; pero él cree que lo hizo; que cometió el crimen.
La primera vez
que experimenta o tiene esa experiencia, y cree que cometió un crimen, un
pecado o transgresión. Ahora tiene que ver cómo se las arregla para seguir
pecando sin que “la consciencia” lo agobie todo el día y todas las noches.
Pero ocurren
otras primeras experiencias donde el éxito o el fracaso es determinante. Un
abucheo la primera vez que cantó; El primer día en el trabajo; la primera cita;
hablar en público; su primera pintura o escultura; el primer amor; etc. Pueden
hacer una lista de todas sus primeras experiencias en algo.
Y de esa lista
pueden revisar y tratar de recobrar que opinión tuvieron de sí mismo de su
participación o creación. Y luego examinen toda la línea temporal de su vida y
constaten que efecto ha tenido en el resto de sus experiencias de ese mismo
tipo a lo largo de su vida.
Hay quienes
nunca se invalidaron a pesar de los errores o fallas de esa primera vez, y
salieron adelante haciendo las correcciones que debían de hacer.
Pero hay otros
que no lo han podido superar, o que se negaron a sí mismo volver a repetir ese
tipo de experiencia alegando algún tipo de creencia que le justificaba el no
hacerlo.
Un grave error
general, es considerar que la primera vez de cualquier cosa tiene que ser
perfecta. Tiene que salir bien, sin manchas, ni errores de ningún tipo.
Pero la vida
tiene la buena costumbre de obligar a la gente a repetir muchas experiencias.
El niño puede patalear, pero tiene que volver al otro día al kínder.
La primera
noche de la pareja de casados, pero tienen que tener una segunda, tercera y
cuarta noche.
El primer día
de trabajo, pero hay que volver al siguiente día.
Esta
obligación de la vida, ha salvado muchas vidas de la gran frustración de ser
quienes creían que eran esa primera vez.
Ya que, al
verse obligados a repetir la experiencia entre el fuego del enemigo
psicológico, se dan cuenta que siguen vivos, que no se han muerto y que gran
parte de las suposiciones de lo que les iba a pasar, o que los demás iban a
pensar, no pasó. Se han dado cuenta que no estuvo perfecto, pero tampoco estuvo
tan mal. “Que viva yo”.
Sin embargo,
la obligación de la vida no salva a todos. Hay quienes caminan cojeando
psicológicamente, acostumbrados a su mediocridad como un efecto natural, efecto
del destino, o de la herencia paternal.
Para finalizar
quiero recordarles, que los niños están en una etapa donde casi todas sus
experiencias son por primera vez.
Recuerda cómo te hubiera gustado que te
trataran esa primera vez, pero lo más importante: “nadie nace aprendido”, no
les exijas la perfección que tú no tienes.
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