LA VIDA EL POEMA DE LOS POEMAS
¿TU VIDA ES UN POEMA O UN DESASTRE?
Hacer poemas de cualquier aspecto de la vida, es,
aparte de todas las concepciones literarias que se le otorgan, una manera de
hacer maleable las estructuras psicológicas conque las personas se construyen
sus modos de vida.
La rigidez de sus ideas y creencias; de sus verdades y
sapiencia, les da una libertad limitada a sus conceptos y significados que han
establecidos.
Ser libre condicionado por barreras y no por la
claridad de consciencia que emane del mismo ser, es una esclavitud mal vivida y
mal interpretada, ya que no se reconoce el estado de esclavitud, y al no tener
consciencia de esa condición, vive su esclavitud creyéndose ser libre.
Un poema no se le niega a nadie, no te lo niegues a ti
mismo. Hacer poemas causa que la persona se convierta en un buen ciudadano, ya que
puede hacer poemas representando todos los papeles habidos y por haber; papeles
de éxitos y fracasos, de desdicha y de placer, de masculino o femenino, de
ángel o demonio, sin irrespetar la libertad de los demás.
Los poemas no se escriben para los demás. Se
convierten en regalos después que tu alma se ha dado una ducha en él y ha
salido rozagante queriendo que otros sientan lo mismo.
Los poemas se crean por amor a la vida. Amar la vida
es muy distinto a amar el modo de vida. Los modos de vida son los que promueven
la infelicidad, nunca se puede estar satisfecho habiendo modos de vida “mejores
que el que se vive”. En cambio, nadie puede hacer alarde de estar más vivo que
nadie, ni hacer alarde de que puede vivir esa vida hasta que le dé la gana. En
esa vida que se nos concedió a todos, el creador fue justo. Pero en la vida que
cada quien construye, se individualiza y pone sus muros y rejas para que solo
entren aquellos y aquello que el selecciona.
He aquí donde el poema tiene un rol liberador al
impactar contra las jaulas de los modos de vida donde se ha encerrado la vida.
La naturaleza de la vida es libertad, y en vista que las personas usan todo lo
que le llega a la mano para construir su trampa, es saludable que escribas tus
propios poemas, ya que hasta los poemas los convierten en ladrillos disfrazados
de flores aromáticas.
Ya escuché tu lamento: “pero yo no soy poeta”. Y yo te
pregunto: ¿cómo crees que escribiste una historia de tu vida única y especial, que
no es igual a la historia de nadie más?
Eso es un gran poema hecho de poemas, poeta. Solo que tú te niegas a
apreciar tu obra. No te sientes orgulloso de ella, vives atormentado con los
escritos que llamas errores y horrores, y prefieres llamar poema los escasos
gustos que quedan de ti y de tu obra.
Antes de que la vida se apague, compórtate como el
poeta que eres y libera tu vida, para que no sea la muerte la que te fuerce a
que lo hagas.
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