LA SALUD FÍSICA Y LOS CUATRO ELEMENTOS
DESCUBRE TODO LO QUE PUEDES HACER POR TÚ SALUD FÍSICA TOMANDO EN CUENTA LOS 4 ELEMENTOS
Hola amiga(o) pensante. La mayoría de las personas han oído
hablar de los cuatro elementos en las películas y comic, como si fuera simple
ficción.
Pero no saben que ningún tipo de vida existiría en este
planeta sin la presencia combinada de estos cuatro elementos: Agua, aire,
tierra y la energía que provee el sol, llamada fuego.
Los cuerpos humanos de manera directa o indirecta deben recibir
sus raciones de estos 4 elementos permanentemente, de no hacerlo se deteriorarían
y morirían.
La memoria genética de nuestros cuerpos sabe exactamente qué,
y cuanto necesita de cada uno de ellos. Nadie necesita decirle cuanto oxigeno
del aire necesita, cuánta agua, cuáles y en qué proporción necesita de los oligoelementos
que provee la tierra; y la cantidad de energía.
Las otras especies, a excepción del pensante que se
vanagloria con su capacidad para pensar, obedecen a su memoria genética y saben
cuánto de estos 4 elementos es: SUFICIENTE.
Los pensantes deciden lo que es suficiente para ellos de
agua, de aire, de comida, y de sol.
Al que no le gusta el sol, aleja su cuerpo de la energía solar
directa y recibe está energía reflejada o por la poca energía que le aportan
los alimentos. Necesitan la luz para poder ver, pero eso se solucionó con la
luz artificial. Así que pueden pasar la vida pensando que no les hace falta el
sol.
Con el aire los caprichosos humanos están bien jodidos,
ya que no se pueden dar el lujo de respirar cuando les dé la gana.
Con el agua, ya a los médicos nutricionistas se les va a
caer la lengua de advertirles a sus pacientes y a la gente en general, que
beber agua no es un capricho. La salud depende de la cantidad que requiere el
cuerpo.
Y la gente sabe que de la tierra proviene todo los
nutrientes para su cuerpo. ¡Ah!, pero él no come tierra, él come aves, peces,
vegetales y otras especies. La tierra es sucia y le da hasta asco tocarla. Los
muy tontos no saben que sin la tierra o el suelo de la tierra, no hay
vegetales, ni animales que pueda comer.
La ciencia ha perdido un tiempo valioso, aprendiendo lo
que la mente genética ya sabía desde hace milenios.
El ser humano dejó desde hace muchos siglos de seguir las
indicaciones del cuerpo, para imponer su criterio, y aquí tenemos en el planeta
un caos armado con el desorden de salud que padecen los seres humanos.
Pero se han levantados voces científicas pidiendo por
favor que vuelvan a poner los pies en la tierra, o a caminar descalzo para
fortalecer el sistema inmunológico y la interacción atómica y molecular con el
campo electromagnético del planeta, y esto le permita al cuerpo sincronizarse
con su ambiente natural.
Hay que reeducar a la gente para enseñarlos a respirar, a
que dediquen unos minutos para exponer el cuerpo al sol. Los animan diciéndoles
que si quieren metabolizar vitamina D sin dificultades, el sol se las regala.
Pero toda esta ignorancia acumulada con respecto al
cuerpo o memoria genética, es producto del intelecto que los seres humanos son
capaces de desarrollar.
Somos tan inteligentes que ya tenemos planes diseñados de
cómo deben ser los seres humanos que nazcan en marte y como se adaptan los
cuerpos de los colonizadores.
Jajajaja… La verdad es que da risa. No han solucionado “el
peo” que se ha armado en la tierra con los problemas de salud física, al punto
que lo que quieren es reducir la población, eliminando o impidiendo que se
reproduzcan, porque se ha perdido el control.
Llegó la hora de que lo recomendable es que cada quien se
ocupe de sí mismo. Cuantas veces convencen al público del consumo de un
producto, del uso de ciertos elementos farmacéuticos, de lo saludable que son
ciertas bebidas; y después de varios años, como si fuera una sorpresa; nos
enteramos de los daños colaterales, y de paso son irreversibles. “Lo lamentamos
mucho; no lo sabíamos, caso cerrado”.
Comienza a prestarle atención a tu cuerpo y reduce esa arrogancia
de saber más que tu cuerpo. Esa arrogancia es contra toda la creación. Nos
hemos creído más inteligente que la causa creadora de este universo, imponiendo
nuestros caprichos personales. Estamos pagando las consecuencias… Ha sido un
placer.
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