LA SALUD MENTAL
SIEMPRE HA ESTADO AMENAZADA, PERO AHORA MÁS QUE NUNCA
Hola amiga(o) pensante. A diferencia de la salud física,
el ciudadano promedio desconoce de qué se trata la salud mental, a pesar que en
los últimos años, las alarmas de la sociedad no paran su estruendo, alertando
de las amenazas que se ciernen para destruir la salud mental de los jóvenes y
de todo adulto descuidado o que ignoran los efectos dañinos en su mente.
Las amenazas señaladas provienen del exterior del
individuo, y han causado que la atención de quienes se preocupan y se ocupan
del asunto se enfoque hacia fuera de ellos. De las fuentes externas.
Pero. Que vaina que nunca falta un pero, “el cuenco tiene
un agujero en el fondo por donde se derrama el agua, y están buscando culpables
afuera”.
Las condiciones del terreno o ambiente por donde se
desenvuelven los pensantes, siempre van a tener sus grados de dificultades, y
hasta sus tempestades imprevistas. No se van a deslizar por un colchón de
espuma en la sociedad.
Así que todo depende de la habilidad psicológica del
pensante para conducirse en el mundo exterior.
Ese debe ser el enfoque principal. Los padres conscientes
saben que sus hijos deben prepararse psicológicamente para desenvolverse con
habilidad en sus relaciones con la gente del mundo exterior.
Pero los padres inconscientes, intentan enseñarles a sus
hijos mostrándoles quienes son los malos, quienes son los buenos, que cosas son
malas y que cosas son buenas. Y ni ellos se han librado de ser víctimas de sus
malas decisiones. No han podido evitar ser engañados, traicionados, estafados,
y envueltos en situaciones difíciles que aún no han podido resolver o dejar de
sufrir por lo que les ha pasado en la vida.
La mala o buena salud psicológica se produce dentro del
individuo. La manera como la persona enfrente o maneje las situaciones o
motivos externos provenientes de los hechos, resultará en un efecto psicológico
producido por él mismo.
La mala salud mental indica que la persona está conduciéndose
mal en su desenvolvimiento social. Y con seguridad desconoce los instrumentos
mentales que intervienen en su actividad pensativa.
Son personas que conducen un vehículo y no han adquirido
la suficiente destreza, con el volante, los frenos, los cambios, las luces, las
señales, etc. Son malos conductores, un peligro para ellos y para otros.
Una persona que no
sabe conducir su actividad pensativa, es un peligro para él, su familia, y de
todos aquellos con el que se relacione. Los llaman personas toxicas, antisociales,
intratables, cuaimas venenosas, conflictivas, agresivas, tontas, victimas, enfermizas,
estresadas, deprimidas, pesimistas, etc, etc.
La mala salud mental es una producción endógena. La fábrica
de pensamientos está dentro de la persona.
Se puede no solo mejorar la calidad de vida interior que
ya se tiene, también se puede reordenar los distintos aspectos de la personalidad
para darle un cambio completo a la manera de interpretar y experimentar la vida.
Pero esto se puede, si el enfoque se hace en invertir
tiempo y trabajo para conocer y ejercitarse en la conducción de los instrumentos
que intervienen en la actividad pensativa.
Yo que tú, si me interesa el asunto, preguntaría; ¿Y cuáles
son esos instrumentos, y como es la mejor manera de usarlos?
La sociedad ha sido adiestrada a mantenerse informada. Los
intereses de quienes dominan el sistema, eso es lo que esperan de ti; que te
informes. Sus ingresos dependen de que tú te informes.
Pero si pretendes ir más allá de la simple información,
te vuelves peligroso. Revisa a ver cuánto tiempo dedicas a informarte y cuánto
tiempo a estudiar un tema o asunto que te convenga.
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