ADVERTENCIA SANA

 LO QUE HAGAS HOY POR TI, MAÑANA TE LO ESTARÁS AGRADECIENDO


Hola, amiga(o) pensante:

Con el paso de los años —incluso antes de alcanzar la adultez— muchas personas, sin darse cuenta, invierten el orden natural de la actividad pensativa. La mente, diseñada para ejecutar, comienza a tomar el mando y se desborda, interfiriendo en múltiples aspectos de la vida cotidiana.

Si observas con atención, notarás que la mente opera en piloto automático. Esta autonomía no es un error: responde a una necesidad profunda de la consciencia pensante —esa que somos en esencia— de mantenerse libre para crear, imaginar, contemplar y atender lo verdaderamente significativo.

Mientras el pensante reflexiona, la mente ejecuta tareas aprendidas, repite patrones, reproduce hábitos. Pero sucede que esta consciencia, curiosa por naturaleza, se dispersa con facilidad. Se deja seducir por el chisme, por lo banal, por lo que no nutre. Así, pierde el foco y cede el timón a una mente que, sin guía, se convierte en dueña de nuestras emociones, reacciones y juicios.

¿Te ha pasado? Estás barriendo, cocinando, conduciendo, trabajando… y aunque tu cuerpo actúa, tu atención divaga: recuerdas, imaginas, te enredas en pensamientos que no suman, que no sanan, que no construyen. La mente hace lo suyo, pero tú —el pensante— estás ausente.

Haz la prueba ahora mismo. Observa si puedes mantenerte 100% presente en lo que haces, sin que tu mente te arrastre a otros tiempos, a otras escenas, a otras voces. Evalúa tu nivel de autocontrol. Descubre cuánto poder le has cedido a tus pensamientos, a tus emociones, a tu mente.

No temas descubrir tu grado de ineficiencia psicológica. Al contrario: míralo de frente. Porque una vez que lo reconoces, ya no puedes seguir ignorándolo. Entonces, decides: ¿te sigues autoengañando, justificando tus desvíos, o tomas las riendas y comienzas a mejorar tu calidad de vida?

A medida que el cuerpo envejece, el autocontrol psicológico se vuelve más urgente. Dominar la mente, los pensamientos y las emociones no es un lujo: es una necesidad vital.

Si aún no has cruzado los 40, no puedes hablar con la experiencia de quien ha vivido 50, 60, 70 u 80 años. Pero puedes escuchar, investigar, aprender. Verás que muchas enfermedades, sufrimientos prolongados e incluso muertes prematuras tienen su raíz en un estado psicológico deteriorado.

Claro que existen enfermedades físicas, infecciones, accidentes, problemas sociales, familiares o económicos. Pero la mayor fuente de sufrimiento —la que más destruye la salud— es el mal estado psicológico.

“Lo que hagas hoy por ti, mañana te lo estarás agradeciendo.”

Autor: Emilio R. Fernández Ramos

Comentarios

Entradas más populares de este blog

EL MIEDO A LA MENTE

¿ÁNIMO POR EL SUELO?

HAZLO POR TU BIENESTAR