DESPIERTA QUE TU MUNDO SE DERRUMBA


UN PENSADOR SIN CONTROL DE SI MISMO, ES UNA FUENTE DE DIFICULTADES
   Hola amiga(o) pensante. Cada vez que llegas a una conclusión, has producido un pensamiento que pasa a formar parte de la data con la cual vas a respaldar tus puntos de vista, manera de pensar y de proceder.
   Estas conclusiones determinan la orientación que le vas a dar a tus decisiones y estas decisiones ponen en movimiento tu manera de ser, de comportarte o de actuar.
   Los problemas, bien sean psicosomáticos o mentales que padece un pensante con sus actitudes, maneras de ser o de pensar, provienen de factores que estuvieron presente en el momento o tiempo que le llevó, para llegar a esa conclusión o entendimiento.
   El factor principal que causa que el pensante genere una idea o conclusión que en lugar de favorecerlo le causa dificultades o problemas, es el estado emocional, estado de consciencia o control en que se encuentre en el momento de los hechos.
  Recuerden que un estado emocional se puede ver como un estado de consciencia.
  Por ejemplo: si el pensante está en pánico su nivel de consciencia es mucho más bajo que si está enojado. Es decir, su comportamiento difiere uno de otro.
  Y como ya lo hemos estudiado, el control de la actividad pensativa se pierde en mayor o menor grado de acuerdo al estado emocional que se encuentre el pensante.
   Entonces, las condiciones en que se encuentre un pensante en el momento que llega a una conclusión, causan que produzcan ideas o decretos que van a determinar sus conductas, y por lo general son la principal fuente de conductas irracionales, ya que llega a muchas conclusiones en estados depresivos, de dolor, de fuertes pérdidas, presión o sufrimiento.
   La data con la que cuenta el pensante en el momento, influye en sus conclusiones y por su puesto en su conducta, pero cuando estas ideas le hacen ser de una manera que no le favorece o a tener conductas que obviamente le son dañinas, la dificultad para solucionar el problema difiere de lo anterior, debido a que el pensante no se encontraba bajo presión o en un estado emocional negativo en el momento que llegó a esa conclusión o entendimiento.
   Así que, este pensante está convencido que su conducta es correcta, o no puede ver lo negativo de su conducta, y si pudiera ver el peligro, de alguna manera siente que nació para ser así y no va hacer nada o muy poco por cambiar.
   Pensar. Ya sabes que pensar es un proceso de observación, de análisis, de reflexiones, de estudio, etc. El tiempo que le lleve al pensante pasar por este proceso, va de lo instantáneo, hasta horas, meses o años.
   Puedes observar, para que tú mismo lo constate, que la tendencia a llegar a conclusiones y decisiones en el menor tiempo, es cuando el pensante está pasando por situaciones difíciles, o está o se siente en peligro.
   No es que haya algo malo en tener respuestas rápidas, pero el estado de control o serenidad en que se encuentre el pensante, como lo hemos dicho antes, va a ser decisivo en los resultados.
   En conclusión, lo vital, lo importante que hay que tomar en cuenta, es el control que tenga el pensante de sí mismo.
   Él es el pensador, de su control depende el control del acto de pensar. De este acto de pensar surgen las conclusiones, las ideas que van a construir su personalidad.
   ¿Qué es lo recomendable de hacer aparte de entender esto? Que la personalidad que tienes como resultado, en este momento, con la que te identificas y actúas, es donde se encuentran las ideas que necesitas cambiar. (Ya están formando parte del programa mental). Es decir, están en tu mente.
   Entonces, tu mente no es lo primero que vas a intervenir. No te vas a dedicar a hacer revisiones mentales, o buscar en tu línea temporal de vida las circunstancias que pudieran haber dado pie a que generaras esa conducta, o manera de ser que quieres cambiar.
   Lo primero que debes hacer es ejercitarte en auto-control. Yo te recomiendo que mejores tu control controlando el acto de pensar.
   Tu eres atención, tu presencia y consciencia está, donde está tu atención. Usa tu atención para hacerte presente y permanecer presente.
  En otras palabras, ejercítate concentrando tu atención en algo y oblígate a no decaer, a no perder la consciencia, oblígate a no salirte a divagar con los recuerdos obligado por tu mente.
   Es la práctica, es el ejercicio, el que te va a permitir que recuperes tu auto-control. 
    En cierto modo, todo este tiempo de vida que llevas, has estado practicando a perder el control. Te has estado ejercitando a que sea la mente la que te dirija, la que proponga lo que se debe pensar. En esta vida te has estado ejercitando para que sean las circunstancias quienes dicten los temas o asuntos que debes pensar.
   El pensante ha perdido la iniciativa, y eso significa que ha perdido el libre albedrío, ha perdido la libertad, ha perdido el control y por ende su poder sobre sí mismo. Llegó el momento que despiertes antes de que tu mundo se derrumbe.
   Haciendo Nada es un proceso que he desarrollado para ejercitar el auto-control, mediante la atención en la idea de “nada”.  Nada debe ser entendida como una idea neutra, sin contenido o significado, por lo que no hay algo que entender.
   Si puedes poner atención en una idea que signifique algo para ti, también la puedes poner en una idea que signifique “nada”.
  Te vas a sorprender y a sentir regocijado cuando experimentes esta idea. Pareciera que el mundo y la vida se desvanece o pierde sentido, pero la consciencia de TI como causa del fenómeno, ratifica la existencia, de quien verdaderamente eres.
   Si puedes poner atención en la idea de Nada, te vas a encontrar con la grata sorpresa de observar cómo se detiene esa maquinaria mental, y como quedas “en blanco” (efecto de no haber significado) te va a parecer que no estás pensando como acostumbras a identificar el pensar.
   Un segundo que logres permanecer sosteniendo la idea de nada con atención, va a ser una eternidad. Así que logra ese segundo y repite el ejercicio tantas veces como puedas al día.
  Y vas a ver como tu mundo interior comienza a cambiar para tu complacencia. Es como si el amo, el rey de ese particular mundo ha comenzado a despertar, y las cosas o ideas que allí existen, que hacen su traje de personalidad, de sus egos, etc, ya no pueden actuar sin su consentimiento.
   Has vivido toda la vida pensando “algo”, es hora que pienses “nada”. Toma control de la generación de la energía que produces, has consciencia de estos dos polos y pon a fluir tu energía, pero a tu favor.
    Comenzamos hablando de las consecuencias del acto de pensar cuando se pierde el control, debido a las conclusiones o ideas que producimos que nos hacen ser deficientes. Pero las condiciones en que se encuentre el pensante deben ser mejoradas, para mejorar la calidad de sus ideas.
   Por ese motivo, te refresco la memoria con el ejercicio “Haciendo Nada”.
   Ha sido un placer. Buen provecho “haciendo nada”. Nos vemos pensante.
   Autor: Emilio R Fernández Ramos.

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