LA HUMANIDAD FRENTE EL FUTURO

EL PENSANTE SABE LO QUE LE VOY A DECIR, PERO LA SOLUCIÓN NO LA QUIERE VER
    Hola amiga(o) pensante. La población mundial está preocupada por el futuro. La neurosis es colectiva, debido a que está viviendo en el presente, lo que siempre supo que podía suceder. Así que no sabe cuánto tiempo va a permanecer en ese estado emocional negativo.
    Hay muchas cosas malas que la humanidad sabe que si llegaran a pasar sería un desastre mundial. Sin embargo, los intereses de casi todo el mundo se entrecruzan, y causa que se hagan de la “vista gorda”, (fingiendo que todo está bien)
   Lo que no sé sabe, es cuánto tiene que “engordar la vista”, para que pase algo similar o peor a lo que está ocurriendo.
   La gran mayoría se declara inocente de esta incipiente calamidad con el coronavirus, y de todas las que se puedan producir. La razón, consideran que no están en el nivel, ni forman parte de la élite que mueve el mundo.
  Hay una vieja expresión local que dice: “no habría putas si no hubiese alcahuetas”.  Si no fuéramos como somos, el presente y el futuro de la humanidad no se vería tan obscuro.
   La mayor tontería que puede cometer un pensante, es perder el tiempo tratando de cambiar a otros, o hacer guerras para cambiar a otros a la fuerza, mientras él sigue siendo como es.
   No es suficiente ser como somos. Aquí tienen las pruebas y las seguiremos teniendo si no hacemos algo al respecto con nosotros mismos. El nivel promedio de consciencia de la humanidad en este momento, no es suficiente para resolver problemas globales.
   Está claro que NO hay intereses comunes, y la llamada hermandad, fraternidad y todas las elocuentes palabras que terminan en “dad”, tienen sus preferencias e intereses.
   Ni la presencia amenazante de extraterrestres va a lograr que esta humanidad unifique intereses para defenderse de un enemigo común. Ya abran quienes se unan al enemigo o le saquen provecho, como está ocurriendo en Venezuela donde los comerciantes de insumos para protegerse del contagio, le están sacando los ojos al pueblo.
   Las evidencias saltan a la cara. Los bloques, grupos o países, están poniendo primero sus intereses. No queda la menor duda que al hacerlo hay un orden de importancia, donde hay unos países en esa lista, que no importa si se mueren todos.
   Tengo escrita una novela, que se titula. “El nuevo orden mundial, año 2.100 “.  Allí me aventuro a mostrar el futuro, los resultados de lo que ocurre en los próximos 80 años. Es ficción, pero vale para mí como un desahogo a lo inevitable, si no cambiamos desde nuestra esencia quienes somos ahora.
   El peor momento para que alguien visite su mundo interior, y trate de reconciliarse consigo mismo, para emprender una campaña de liberación de su propio yugo, es en medio de una crisis.
  Es tan absurdo como pedirle a alguien alterado que se calme, o a alguien que está fuera de control que se controle, o alguien que está deprimido que lo deje de estar.
  En ese momento es víctima de sí mismo. Está bajo la rueda del carro y no lo puede levantar para quitárselo de encima. Necesita ayuda, ayuda, ayuda.
    Pero tú no tienes quien te ayude a quitarte de encima a ti mismo. Tú tienes que bajarte de tu pecho y dejarte respirar. Y ojalá que alguien esté cerca, que haya vivido la propia experiencia, para que te guie hacerlo como lo hizo él.
    Este no es buen momento para alguien atemorizado, nervioso o angustiado, para que se dedique a ejercitar el control del acto de pensar, o a meditar para lograr tranquilidad. Sin embargo, es lo mejor que puede hacer, antes de tomar alguna pastilla para controlar los nervios.
  Los mejores y más rápido resultados se obtienen cuando estás en tu casa aburrido, buscando en que distraerte, e inventas cualquier cosa, pero se te olvida que te prometiste hacer algo para lograr la paz interior o fortalecerte como pensante.  
   Y si las cosas empeoran, o tu resistencia comienza a flaquear, menos para poder encararte a ti mismo.
  Y cuando el pensante se da por vencido, y reconoce, admite que no puede con él mismo, pero no pierde las esperanzas, corre a convertirse en un feligrés muy obediente y cumplidor de todos los preceptos, para que la divinidad lo perdone y lo salve, después que perdió el tiempo arruinando su vida y la de otros.  
   El pensante sabe todas estas cosas que les estoy diciendo. Si tienen dudas, observe a su alrededor y encontrará las pruebas.
   El objetivo primario a resolver, es uno mismo con uno mismo, los demás vienen después. O puedes empezar contigo y mientras lo haces y avanzas, le vas metiendo balas de confrontación y valor nuevas, en la cacerina de tu arma para enfrentar problemas.
   A sido un placer. Buen provecho con lo que obtengas de ti mismo. Nos vemos pensante.
  Autor: Emilio R. Fernández Ramos
   Correo: emiliofernándezr@hotmail.com

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