LA MEMORIA DEL SISTEMA INMUNE
LA SALUD Y EL DINERO SALIERON A CONQUISTAR EL
CORONAVIRUS, ¿QUIÉN GANARÁ?
Hola amiga(o) pensante. La salud del
cuerpo humano es una de las minas de oro más importante del planeta. Para
aquellos que lleguen primero o se adueñen del conocimiento, van a nadar o
seguirán nadando como “tío rico mac-pato” (comic) en montañas de riquezas.
Es parecida a la carrera armamentista, donde los tradicionales competidores
no le dejan oportunidad a ningún otro participante. Así que no debemos soñar
con respuestas o soluciones a la pandemia del coronavirus y de ninguna
enfermedad, si no es altamente rentable.
La carrera por el conocimiento para la salud de nuestro cuerpo, poco a
poco va develando los misterios, pero los intereses que están tras la ciencia y
financian las investigaciones, solo ven el dinero, las ganancias que puedan
obtener, y se encargan de que recibamos la información que a ellos les convenga.
Sí, hay muchos pensantes preparados, honestos, y otros que están
involucrados con la salud cuyo interés principal es humanitario. Pero por esa
misma razón carecen de recursos suficiente para cubrir los grandes costos que
lleva hacer investigaciones usando toda la tecnología moderna y recursos
disponible.
Así ha sido a lo largo de toda la
historia de la humanidad, los grandes pensadores que nos han legado sus famosas
obras, casi todo tuvieron que buscar padrinos para que les costearan los gastos
o los protegieran. Pero obligados a mantener los intereses del protector.
La crisis se presta para que estos ambiciosos intereses, se les facilite
hacer experimentos directos con seres humanos, en su búsqueda de fórmulas que
puedan patentar primero que la competencia.
La única opción que tiene el pueblo, el pensante común, es conocer por
sus propios medios como funciona su organismo. Ya que no puede profundizar en
el conocimiento de la estructura, por lo menos entender un poco “como funciona
su organismo, o sus sistemas”.
Hoy día se hace énfasis en el sistema inmunológico. No estaría mal leer
en Wikipedia “sistema inmunitario”, para tener una idea, a la hora de entender
lo que nos están hablando.
Yo he llamado el organismo o cuerpo, “mente cuántica genética”.
Comprobado está, que cumple millones de funciones en milésimas de segundos con
una precisión matemática. Es una supercomputadora que posee una memoria innata
y a la vez sigue adquiriendo memoria para mantenerse adaptándose y evolucionando
en el también cambiante ambiente en el cual se desenvuelve.
Los problemas que pueda presentar el sistema inmune son básicamente problemas
de memoria o uso de la memoria existente.
Las vacunas, es un intento artificial de lograr que el organismo
adquiera memoria para identificar a un nuevo enemigo especifico. Pero a veces
el costo que tiene que pagar el cuerpo para tener esa memoria por esa vía, no
se da a conocer.
Es normal para un organismo adquirir memoria. Es un proceso natural
cuando está en contacto con su hábitat, pero cuando el cambio es repentino, o
el agente o factores externos aparecen de manera repentina, el organismo solo
cuenta con la fortaleza de su sistema inmune. Y sucede muchas veces, que el
enemigo supera su mejor nivel de defensa, exterminando la especie por completo.
Pero el cuerpo humano es más desafortunado que otras especies, porque no
solo tiene que adaptarse a los caprichos y ambientes que decida el pensante, también
tiene que adaptarse a la inducción de su psiquis.
Los canales de recepción de señales internas (sus propias funciones orgánicas)
y externas (ambiente) están supeditados a la prioridad de las señales que emite
el pensante.
Es decir, el pensante se ha encargado de darle memoria inmunitaria a su organismo,
pero lo hace tan mal, al punto que afecta también la memoria innata que le ha
costado millones de años de evolución.
Ya sabemos que contamos con muy poca, sincera y franca colaboración de
los intereses que mueven el campo de la medicina.
Y sabemos que nosotros tenemos poder para
afectar el sistema inmune. Entonces, si no nos ayudamos nosotros mismos, no debiéramos
ver con malos ojos a quienes no nos ayudan.
Sabemos que el hombre ha usado y seguirá usando microorganismos como
armas de guerra, pero sería más idiota de lo esperado, si hace una modificación
letal, y no tiene como protegerse el mismo.
Si ese fuera el caso con el coronavirus, puedes tener la seguridad que
ya tienen el antídoto.
Y si fuera una mutación provocada por el cambio de hábitat, de una
especie a otra, hay un precio o porcentaje de personas muertas a pagar por el
contagio.
Muchas enfermedades virales cobran su cuota de muertos todos los años, y
aunque ésta del covi-19 quede cobrando menos muertos que otras, aumenta la tasa
impositiva que ya tiene la humanidad que pagar. Y el mismo hecho le recuerda
que para estar a salvo (sin garantías) debe convertirse en cliente de la
medicina.
Así que tratar de quitarle importancia al coronavirus por el hecho de
que mate menos personas que otros virus, para calmar el pánico, no es
educativo.
En conclusión, los pensantes de a pie en el conocimiento de la ciencia médica,
nos hace bien saber que el sistema inmune es memoria y que esa memoria puede
fallar por muchas causas.
Y una de esas causas somos nosotros los pensantes. Por lo menos hagamos
algo para no ser nuestros propios verdugos. Si no has empezado, comienza con
recuperar el control del acto de pensar, para ponerte en auto-control y no
generar tantas señales negativas, que afecten la memoria genética. Y por ende
el sistema inmunológico.
Ha sido un placer. Buen provecho haciendo buena memoria. Nos vemos
pensante.
Autor: Emilio R. Fernández Ramos
Correo: emiliofernandezr@hotmail.com
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