AUTOENTOXICADO Y CULPANDO A OTRO
HAY PENSANTES QUE SE
AUTOENTOXICAN Y CULPAN A OTROS DE SER TÓXICOS Y LA CAUSA DE SU MISERABLE VIDA Y TODA SU INFELICIDAD
Hola amiga(o) pensante. La infelicidad,
los problemas y dificultades existenciales de un pensante, por lo general, para
él, provienen de la gente que le rodea, de la sociedad en la que se
desenvuelve, o de los acontecimientos mundiales cuyos efectos llegan a tocarlo.
En este momento hay muchos pensantes
señalando algunas de las personas que le rodean como causa de su infelicidad, o
culpables de su estrés, de su bajo estado de ánimo y hasta de su depresión.
Para cada pensante existen dos mundos: su
mundo interior y el mundo exterior.
En el mundo interno el pensante goza de
plena autonomía. Su personalidad o su manera de ser depende de su “manera de
pensar”. Un pensante no vive complaciendo los gustos de los demás, o esperando le
digan cual es la actitud que debe asumir.
Nadie
puede entrar en su mundo interior a producir ideas y pensamientos por él. Él lo
sabe, y protesta con tanta contundencia, que ni a sus padres les permite que lo
intenten.
Sin embargo, podemos ver a nuestro alrededor
a muchas personas culpando de su infelicidad, de su mal humor, de cualquiera de
sus estados emocionales negativos a otras personas.
Hay muchos pensantes angustiados esperando
que la gente que se relaciona con ellos cambie, que sean como el quiere que
sean, para disfrutar un momento de paz, de tranquilidad o sosiego.
Estos mismos pensantes son las personas con
menos tolerancia cuando alguien les hace ver su mal comportamiento o manera de
ser. No oyen, y se alejan iracundos, porque no quieren que nadie les indique
como tienen que ser, o como deben pensar. O se ponen bravos porque no le dan la
razón y se unen a él para despotricar a quien están acusando.
Exigen que nadie se meta en su mundo propio
a pensar por él, sin embargo, tú los oyes culpando a su pareja, a sus hijos, a
su jefe, o a los hechos, por las que esté pasando en su interior.
Estos mismos pensantes también son buenos
consejeros, pregonan sus principios de lo equivocado que está una persona que
quiera pensar por otra. Y recomiendan que no se debe permitir, ni que lo
convenzan de lo contrario.
Son esos mismos pensantes que mal gastan una
fortuna en terapias, para que les den la razón de que lleva un infierno por
dentro por culpa de la gente con las que se relaciona. Y hay terapeutas que los
“ayudan”, a encontrar culpables. O aprovechan para sacarles dinero.
No se puede negar que hay pensantes, cuya
condición psicológica es tan débil, que no deben permanecer un segundo más en
las cercanías de ciertas personas. Esta persona tiene que reconocer su
debilidad. “SU DEBILIDAD”.
Esta debilidad, esta carencia de autocontrol,
es su problema, no la persona que dice lo afecta. Por su puesto que debiera
divorciarse, renunciar al trabajo o mudarse, si no tiene otra alternativa para
evitar volverse loco o suicidarse, pero consciente que padece una debilidad que
hay que resolver con urgencia.
En caso de no recuperar su poder, donde
quiera que vaya, se va a encontrar con alguien que la va hacer que vuelva a sus
mismos sufrimientos.
No existen personas tóxicas, existen
pensantes carentes de control de su actividad pensativa y se autoentoxican de
manera irremediable con sus propios pensamientos.
Existen pensantes cuyo mundo interior está
en desorden. Tienen un mundo en anarquía; su mente hace con sus pensamientos lo
que le da la gana.
Entiendo que no hay que hablar con estas
personas con crudeza, el pobre está dando lastima y ruega por un poco de
comprensión, y hay que pasar seis meses dando vueltas para decirle la verdad.
Pues amiga(o) el covid-19 no está dando
rodeos, si te agarra lo que quiere es matarte. El derrumbe económico viene como
un alud golpeando a todo lo que encuentra a su paso. La montaña de nieve que
cae no viene preguntando cómo está tu situación, para hacer un rodeo porque se
compadeció de ti. El lunes vas al trabajo y estás despedido.
El planeta está en crisis globalizada, todos
los pensantes están electrificados por la misma descarga eléctrica, pero los débiles
están de primero en la lista de víctimas.
Ya
basta de vender curas psicológicas milagrosas. Como esconderse un mes en una
isla o correr cada vez que encuentre una persona que le sepa a tóxica.
También pienso que todas las respuestas
están en ti. Si no eres tu propio consejero, algo anda mal. Y si no controlas
el acto de pensar, o lo pierdes con frecuencia cuando enfrentas algunas
situaciones, entonces tu decides si quieres vivir como victima siendo infeliz
el resto de tu vida.
No existe algo más sencillo que pensar.
Prueba antes de seguir leyendo… Vez, lo puedes hacer fácil. ¿Y sabes por qué lo
haces fácil?
Porque ese don de pensar, está en tu esencia.
Y si eres de los que crees que la masa encefálica es la que piensa para que
existas. Es posible que consideres que eres de naturaleza espiritual, y si a
esa misma creencia la tienes embadurnada con la idea de que la masa encefálica
crea y controla el espíritu. Si es así, entonces tienes un batuque; que no es
“ni chicha ni limonada”.
El pensante que se respeta así mismo, aunque
sea trastabillando lleva su propia carga buscando la oportunidad de solucionar
su problema, pero no vive buscando culpables o causas fuera de él.
Recupera esa claridad de tu esencia
pensando, reflexionando para quitarte de encima tantas ideas que alguna vez
tuvieron alguna utilidad cuanto todo era tiniebla, pero en este momento son
basura que estorban, te disminuyen el buen juicio y retardan el progreso del
pensante.
Ya
esos pensantes que ustedes conocen, que viven quejándose de lo malo que son los
demás con él, me hicieron enojar. “Ellos son los culpables de mi dolor de cabeza”.
“Los culpé, pero no se me quita.”
Ha sido un placer compartir. Buen provecho
con el respeto que te tienes. Nos vemos pensante.
Autor: Emilio R. Fernández Ramos.
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