PARA SER INTELIGENTE HAY QUE SABER PENSAR
Hola
amiga(o) pensante. Observo que no es fácil entender como es eso de pensar sin
darse cuenta que se está pensando. Como es el caso de permanecer pensando los
pensamientos que ya pensamos y que sustentan nuestra personalidad.
Todas las conductas o comportamientos
programados, son comportamientos que ya fueron pensados. Están en su mente, y
ella se hace cargo de activar esos pensamientos.
La realidad general de la mayoría de los
pensantes, es considerar que se está pensando solo cuando está reflexionando,
analizando, imaginando, recordando, etc.
Su atención está enfocada en el acto de
pensar y puede ver como piensa. Así que, no se considera estar pensando cuando
es la mente que se encarga de activar pensamientos que pensó tiempo atrás.
Esto lo lleva a creer que la mente piensa
con autonomía absoluta, y luego tiene dificultades para cambiar aquellas
conductas que dice o cree; están bajo el control de la mente.
Te voy a demostrar el error; vamos a poner
unos ejemplos. Supongamos que compras una casa y le instalas una lavadora,
nevera, cocina y todos esos artefactos que necesitas.
Metes la ropa en la lavadora y la pones a
funcionar; y pones los alimentos a cocinar, y te llama una amiga y te pregunta
¿Qué haces?
La respuesta es: “estoy cocinando y lavando”.
Pero lo que estás haciendo es pintándote las uñas o leyendo una revista. Y
todos sabemos que lo que está lavando es la lavadora y lo que está cocinando es
la cocina.
Pero
es correcto decir con propiedad; “estoy lavando, estoy cocinando”. Esas
máquinas, esa mente está haciendo lo que yo le pongo que haga. Ellas no tienen
poder de decisión, así que tu no necesitas meter las manos en el horno, o batir
la ropa dentro de la lavadora para considerar que estás lavando o cocinando. Puedes
seguir leyendo tu revista.
El pensante que reflexiona este asunto, y
comprueba que está pensando cuando no creía que eso fuera posible. Su control
de la mente y sus pensamientos crece exponencialmente.
Esos pensamientos fundamentales ya pensados,
que tienen gran efecto en la personalidad, en las conductas, carácter, manera
de ser o actitudes, NO ESTÁN EN EL PASADO.
No existe tal cosa, como que la realidad
objetiva o subjetiva (objeto o pensamiento) se queden en el pasado. O, dicho en
otras palabras; que no existen en el presente.
Todos tus pensamientos pensados están aquí
contigo, tú los sostienes, tú los mantienes en existencia. No importa si están
guardados en algunos de los compartimientos de la mente. Tu nevera está aquí
contigo, y está refrigerando los alimentos y el agua que pusiste dentro. Así
que tu eres la que estas enfriando lo que pusiste dentro.
La mente es una especie de maquinaria que
cumple funciones para ti. Así que lo que ella hace lo estás haciendo tu. Sin ti
ella no va al supermercado para traer alimentos que poner a refrigerar.
El hecho de que el pensante se encuentre
impotente para evitar que la cocina le queme la comida, quienes conocen a ese
pensante, van a estar sorprendidos. No pueden creer que no sepa o no pueda
apagar la cocina o programarla para que se apague sola, como se puede hacer
ahora.
Eso es lo que ha pasado entre tú y la mente,
has perdido el control por falta de conocimiento, o por malos entendidos o
ideas erradas. Ese es el miedo del pensante en su desarrollo de la inteligencia
artificial, (robots) piensa que se volverán tan autónomos, o auto
reprogramables, que se puede convertir en una amenaza.
Ya le mente es una amenaza para el pensante.
No tiene el control, y no lo tiene porque no entiende la mente. Y lo peor; no
se entiende él.
El rol de pensante no puede desempeñarlo con
eficiencia, con tantos malos entendidos. Con ideas o conclusiones que llegó a
ella por lo que percibe con los sentidos del cuerpo.
La realidad que obtenemos por la percepción
física. No lo digo yo; la ciencia está demostrando que esta realidad tiene muy
poca utilidad para el desarrollo del conocimiento o inteligencia de un
pensante.
Un científico no es más que alguien que
insiste en ver más allá de lo que se ve a simple vista. Sus reflexiones y
análisis no los hace con los datos que ven sus ojos, u oyen sus oídos. Esa es
la diferencia de inteligencia entre los llamados genios y otro pensantes.
El valor de los datos en los que se
fundamenta un pensante para pensar, es decisivo para obtener resultados
excepcionales. Imagínate pensar usando solo lo que percibes con tu cuerpo
físico. Cualquiera de los que se hacen llamar ilusionistas o magos, se burla de
uno.
Aconsejo siempre no quedarse en ir leyendo, y
sobre la marcha ir concluyendo, “esto me gusta, estoy de acuerdo”: “esto no me
gusta, no estoy de acuerdo”.
Este tipo de comportamiento o análisis, es
el resultado de usar creencias o realidades que ya están empotradas en la
personalidad. Ya están en la mente, y como el pensante cree que la mente es la
que piensa, y él no tiene control, es ella quien decide si debe creer o no.
Alguien así, no se puede volver más
inteligente de lo que es. Su creatividad, su ingenio, llega a un nivel y de
allí no pasa. Y no pasa hasta que no renueve sus creencias, o ideas en la que
se fundamenta para pensar.
Da risa y hasta lastima, cuando se oye a un
pensante decir, que está orgulloso de ser el mismo de siempre. Este pensante se
quedó en el pasado y observa como sus nietos empezando a vivir parecen unos
genios.
Son tonterías, esos niños están pensando con
herramientas, datos e información actualizada. Hace 60 años, había que ir a una
academia para hacer cursos de mecanografía, escribir yo no se cuantas palabras
por segundo. Y ahora ves a tu nieto de 8 años que no sabe hablar bien y vuela
por el teclado de su teléfono o computadora y no tuvo que ir a una academia
para aprender.
La diferencia de un pensante está en sus
creencias, en sus ideas, en la información que usa para pensar.
Pero aun más; hay diferencia en el control
que cada quien tiene con su actividad pensativa. Y entonces se pueden ver
diferencias en su talento, inteligencia, creatividad, y hasta es su salud
física y psíquica, etc.
Es tal la resignación de muchos pensantes
atorados en sus viejos estados de consciencia o inteligencia, que ven a las
nuevas generaciones como niños índigos, con una evolución de consciencia que
ellos ya nunca tendrán.
El pensante es y será siempre un pensante.
Ese es su rol principal, esa es la forma de crear su realidad existencial. Si
descuida su rol, o si nunca se encarga de revisar lo que está haciendo, se va a
seguir haciendo daño con los pensamientos que produce.
Ese es el motivo para que se le ponga
atención al hecho de estar permanentemente PENSANDO, lo que se supone, que ya
se pensó y está bajo el control de la mente.
Escribí un artículo acerca de la esencia de
una idea. Es importante hacer consciencia que la idea es intangible a los
sentidos. El pensante sabe algo o tiene certeza, y no necesita verse pensando
para actuar o usar lo que sabe. Cuando se ve obligado a “pensar” o a revisar, o
volver analizar para poder actuar, es porque todavía no tiene la certeza de una
idea o creencia. Tiene un retardo en su actuación y esto puede causarle
problemas.
Los pensamientos que sostienen la
personalidad; esa que usas todos los días, son ya ideas en las cuales tienes
certeza, por eso no te ves pensándolas a cada rato para poder accionar. El
hecho de que no sea la mejor idea para actuar, no significa que no haya certeza
o credibilidad al cien por ciento.
Entonces, si tienes que “pensar” (ver
movimiento en tu cabeza) para actuar, es que todavía no has decidido cual es la
idea que te conviene usar.
Es
fácil rectificar comportamientos cuando nos lleva algo de tiempo pensar y
decidimos por una acción que luego comprobamos que no fue la mejor idea.
Pero igual se puede hacer cuando el
comportamiento ya está programado y no estamos viendo mejores resultados.
Todo lo que hay que hacer es apagar la
lavadora y revisar la cantidad de ropa, o la cantidad del producto químico que
se usa. Si la nevera está congelando mucho o poco, regular el control. Y si es
la mente, revisamos que ideas pusimos en el programa, y hacemos los cambios que
tenemos que hacer.
Esto
parece muy difícil, y tienes razón, si el pensante tiene muy poco control de su
acto de pensar, va a encontrar que es algo imposible de hacer. Se siente
impotente, incapaz de meterse con su mente, y esto le ha sucedido desde hace
mucho tiempo. Tiene tantos intentos fallidos que se convenció que su
inteligencia no pasará de ahí.
Ejercítate en el acto de pensar usando la
información que te ofrezco. Recuerda que vienes pensando desde niño, y por falta
de conocimiento o experiencia, se producen interpretaciones erróneas y desarrollan
malos hábitos que ahora hay que eliminar.
Ha sido un placer. Buen provecho con tu
inteligencia habilitada. Nos vemos pensante.
Autor: Emilio R. Fernández Ramos
Correo: emiliofernandezr@hotmail.com
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