COMO CAMBIAR UN NEUMÁTICO SIN DETENER EL VEHÍCULO.
LA VIDA SE DETIENE CUANDO
SE MUERE. LA PERSONALIDAD SE CORRIGE SOBRE LA MARCHA.
Hola amiga(o) pensante. El desarrollo
personal no es cualquier proyecto como los que se llevan a cabo cuando el
objetivo está fuera de ti.
Decides convertirte en ingeniero, y comienzas
tu carrera de cero; decides emprender un negocio y comienzas de cero. En
cambio, la transformación de la personalidad; nunca comienza de cero.
Hay que emprender ese proyecto actuando con
las mismas imperfecciones que se tienen. Hay que empezar con los mismos hábitos
y actitudes de las cuales no estamos conforme.
Por lo general, los pensantes no lo
consideran así, comienzan programas de transformación con la idea fija de
quitar de su personalidad lo negativo, pero no ven que lo negativo está
activado con el resto de los componentes de su personalidad en el trabajo que
están haciendo.
Esta falta de claridad, impide el
rendimiento, impide el progreso. Yo invito a mis lectores a que recuerden
cuantas epifanías han tenido. Cuantas veces han tenido revelaciones. Han hecho cognición
o se les ha encendido una luz en la mente; y se han dado cuenta de un mejor
modo de ser o de llevar su vida.
Estas revelaciones o estados de consciencia
son los que los motivaron a trabajar para transformar su personalidad, o
algunos aspectos de ella.
Pero esto no significa que por la sola
revelación o darse cuenta, ya se produjo el cambió. Los pensantes viven
haciendo consciencia de muchas cosas. Es inevitable, es su naturaleza, es un
ser espiritual muy poderoso cuando se lo propone.
Pero todos tenemos la experiencia, de que al
ver esas luces encender, nos entusiasmamos, creemos que ya nos hemos
convertido, y a las pocas horas, o a los pocos días, la revelación ha quedado
como un recuerdo de una transformación fallida.
Los he visto saltar de alegría, de pasar
horas con una sonrisa de oreja a oreja, por la gran revelación que tuvieron.
Han hecho consciencia de un estado de ser que existe en ellos, y no lo sabían,
por eso son felices.
Pero días después, es el mismo de siempre,
las mismas quejas de sí mismo, sus mismas conductas, y resentido por que la
revelación no se le hizo realidad.
Olvidan que la realidad subjetiva, o la idea
que se tiene en la mente, para que se haga tangible o real en este universo,
hay que producir acción. No puedes quedarte sentado con la idea en la mente de lo
que se siente haber bebido agua fría. Te has dado cuenta que te hace falta un
vaso con agua fría para calmar la sed.
Debes ir hasta la nevera, pero tienes una
fractura en la pierna, estás solo y el bastón está alejado de ti. Ya en la
revelación te distes cuenta lo que vas a sentir cuando bebas el agua. Has
tenido una hermosa epifanía.
Tu decides si te quedas disfrutando por unos
minutos la revelación, o pasas por el dolor de tu pierna fracturada para
alcanzar el bastón, y luego soportar el viaje hasta la nevera.
No puedes dejar la pierna en la silla, forma
parte de tu cuerpo. Eso mismo pasa con la personalidad. Tienes la revelación y
estás feliz, pero tienes que moverte para alcanzar ese estado, pero tienes una
pierna fracturada, tienes muchas actitudes de tu personalidad débiles. No
puedes dejarlas, tienes que moverte con ellas para alcanzar ese estado de ser.
Y el andar es duro, a veces doloroso, y la
felicidad que se tuvo cuando ocurrió la revelación o “el darse cuenta de:” ya
no está presente. La realidad del trayecto para alcanzar ese estado de ser, son
las barreras que presentan nuestras debilidades.
Y la felicidad no está presente porque fue
una idea, fue un pensamiento revelador, pero se hará realidad cuando hayas
bebido el agua fría que contenía el vaso.
El desarrollo personal es un desarrollo
espiritual. Ese espíritu pensante, es el que se da esas revelaciones, esas
ideas fascinantes, y por supuesto, que experimenta felicidad con la idea. Pero
debe estar consciente que su personalidad tal cual como la está creando, tal
cual como la ha estructurado, tiene aspectos negativos o inadecuados.
Los pensantes que no tienen esta claridad o
no se les han dado la información, terminan decepcionados. Él mismo, algo o
alguien va a recibir las culpas por el fracaso.
Cuando el pensante se propone la
autocorrección, ya a recorrido un largo camino. Ya ha tenido en uso todos los
aspectos de su personalidad.
Ya todas las piezas de la personalidad están
sincronizadas, y no se puede parar la maquinaria para colocar la pieza nueva.
Imposible hacerlo de acuerdo a las leyes físicas.
Pero el pensante lo puede hacer mediante una
acción parecida a la carrera de relevo. En esta competencia deportiva un
corredor le entrega el testigo a el otro, y este a otro, y se lo pasan sin detenerse,
sin dejar de correr y mantener casi la misma velocidad.
Algo parecido hace el pensante con la
actitud nueva, el testigo es toda su personalidad, y cuando se presenta una
oportunidad de uso de esa idea o del nuevo estado de ser que quiere, agrega la
idea.
Está en plena carrera de relevo, cada ves que
puede, impregna el testigo con la idea. Poco a poco ese aspecto de la
personalidad va sufriendo cambios sin perder la sincronización con el todo, o
con toda la personalidad.
Cuando menos espere, ha hecho el cambio, ha
reemplazado por completo la vieja y negativa actitud, sin perder la
sincronización. Sin parar la máquina.
Quizás el ejemplo no sea suficiente para
entender el proceso, pero resumiendo; es como cambiar una llanta rota a un
carro en plena carrera.
La vida actual se detiene cuando muere el
cuerpo. Estamos obligados a cambiar neumáticos sin parar la vida. Esta es mi
solución, pero tu puedes meditar el asunto y encontrar tu propia solución.
El mensaje se resume, en hacer consciencia
que del pensamiento a la practica o a la aplicación hay unas trabas que hay que
resolver.
Los pensantes viven produciendo ideas,
teniendo momentos de iluminación. Como les dije, esa es la naturaleza de un
espíritu pensante. Así que, por falta de revelaciones o ideas no es la razón
por la cual la calidad humana se está deteriorando.
No es la causa de que la humanidad se vuelva
tan inhumana, no es razón para que el ser humano se destruya así mismo.
Ha sido un placer. Buen provecho en tu
cambio de neumáticos. Nos vemos pensante.
Autor: Emilio R. Fernandez Ramos
Comentarios
Publicar un comentario