EL ESPÍRITU FUERA DEL CUERPO
NO VOLVERÁS A PONERTE DE RODILLAS COMO UN TONTO.
Hola amiga(o) pensante. Aquellas personas
firmes creyentes de ser seres espirituales, y que consideran que pueden
individualizarse de él, recurren a una variedad de prácticas para salir de su
cuerpo.
Viajes astrales, estados de exteriorización, desdoblamiento,
etc. Buscan una experiencia que les demuestre que son realmente un espíritu.
Mientras tanto no pueden mantenerse firme, y no les queda otro remedio que vivir
con una dudosa creencia. Cuando mucho, quedan a esperar que con la muerte del
cuerpo puedan confirmar sus hipótesis de ser un espíritu.
Separarse del cuerpo estando el cuerpo vivo, aparenta ser una condición
muy difícil de lograr. La pregunta que deben hacerse es: ¿Qué esperan ver,
sentir o experimentar?
La realidad que prevalece es la identificación y experimentación de ser
un cuerpo físico, y algo parecido a eso es lo que esperan que les suceda. Verse
y sentirse como una duplicación fantasmagórica similar a su cuerpo físico.
Un espíritu es un creador de consciencia. En este momento todos ustedes
ya han creado una consciencia y esa es la experiencia que tienen de sí mismo.
Eso es lo que somos en este momento; una consciencia temporal expuesta a
cambiar o modificar de acuerdo a las circunstancias que se vivan.
Esta consciencia temporal, ese quien eres en esta vida, tiene el tamaño,
la forma o apariencia que tú este considerando. Y obviamente te crees y estás
identificado con este cuerpo humano.
¿Quieren hacer viajes astrales? Aquellos que digan que sí, examinen las
ideas que tienen de lo que esperan sentir o experimentar. Es posible que ya
esas ideas que tienen se las han formado con información que han adquirido de
otros.
Déjenme decirles que esos otros, si es verdad,
experimentaron lo que consideraron que iban a experimentar. Una experiencia de
una consciencia que sigue considerando que es un cuerpo con la identificación
que le dieron y que adoptó.
¿Esa experiencia de salir volando de su cuerpo es real?
Claro que es real, es tan real como la realidad que cada quien está
experimentando producto de sus pensamientos.
Asumiendo que la persona experimenta estar flotando por encima de su
cuerpo y hasta puede ver el panorama, debe cumplir las reglas al considerar ser
una copia de su cuerpo, su desenvolvimiento lo va hacer parecido como lo hace
con el cuerpo físico. Trasladarse de un sitio a otro requiere en este caso
volar. Si considera que con solo pensarlo ya se encuentra en el sitio a dónde
quiere ir, así sucederá.
Su desenvolvimiento se va a dar de acuerdo a
las ideas que tenga, o que previamente ha tenido. Los hechos van a ocurrir como
espera o presiente que van a ocurrir.
Es decir, no deja que los hechos ocurran para experimentar y hacer
consciencia de esa experiencia, sino que se anticipa a crear una realidad de
acuerdo a sus creencias o ideas.
He aquí una prueba para que observen como
cambia la realidad que experimentan cuando cambian sus ideas o consideraciones.
Toquen la pared más cercana que tengan. ¿Están tocando la pared?
Muy bien, eso fue lo que les pedí y ustedes estuvieron de acuerdo; están
tocando la pared.
Ahora sin quitar la mano de la pared, toquen la casa o el apartamento. ¿Es
real que están tocando la casa?
Muy bien, ahora sin quitar la mano toquen el planeta. ¿cambió la
realidad que experimentaron?
Perfecto. De seguro pudieron observar que su realidad cambió cuando
cambiaron sus ideas. Pueden probar cambiando ideas como pensar ahora que tocan
el sistema solar o todo el universo.
El entendimiento de ser una consciencia
temporal que estamos modificando constantemente, es el primer paso para
distanciarse o poder interpretar el rol de creadores de esa consciencia.
Es esta posición de causa que el pensante va a
comenzar a experimentar fenómenos como consciencia fundamental que es. Este es
el inicio del camino a la iluminación. Él es claridad de sí mismo y no necesita
llegar a ese estado, aferrado a su identificación física.
Las experiencias de un pensante en su verdadera naturaleza son incomunicables.
No pueden ser enmarcadas o descritas por palabras, ya que no se trata de
comunicar una experiencia que otro pueda vivir con el entendimiento.
Todo entendimiento o no entendimiento, son pensamientos hechos por el
pensante. Las ideas formadas van a determinar la realidad de esa consciencia
temporal que está usando en este plano físico.
No es el entendimiento el que libera a un espíritu. Es decir, no son sus
ideas o pensamientos. La función de los pensamientos es para involucrarnos y
desenvolvernos con los demás pensantes en el universo físico.
El conocimiento es útil aquí en este universo. La consciencia temporal
es conocimiento útil para desenvolverse aquí.
En el Tao Te King, Lao tse, propone que, para alcanzar el Tao, el
conocimiento es una carga que hay que dejar atrás.
La
identificación con los pensamientos que se conciben, se puede volver automática.
Hay pensantes que no pueden reconsiderar sus decisiones o conclusiones a las
que hayan llegado; ya esa idea es su verdad y en función de ella proceden o se
comportan.
La capacidad de ser selectivos de ideas disminuye, y su mente poco a
poco se va haciendo del control. No puede cuestionar o intervenir sus ideas ya
hechas y en esa medida no pueden intervenir su mente que es la encargada de esos
pensamientos.
Pero no solo existen ideas que producen identificación, su complemento
son las ideas de “no identificación. Es decir, el pensante no se identifica con
algo por la razón que sea, y tiene sus ideas al respecto. Estas ideas al igual
que aquellas que propician la identificación forman parte de su consciencia
temporal.
La personalidad está construida con ambos tipos de ideas. Para un
pensante es tan real que no le guste el boxeo, como es real que le guste el
tenis.
El pensante se identifica con los comunistas, y no se identifica con los
demócratas. Ambas posiciones forman parte de su realidad, de su experiencia y
de su consciencia o personalidad.
Entendido esto, ayuda muchísimo a un pensante a encontrar nuevos puntos
de vistas que le permiten romper con esa soldadura que tiene con todo aquello
con lo que se identifica y no se identifica.
La verdadera experiencia espiritual comienza cuando el pensante puede
mantener esa distancia entre lo creado y él como creador.
Todo ese conocimiento que se ha adquirido acerca del tema del desdoblamiento,
salir del cuerpo, viajes astrales, exteriorizaciones, o cualquier tipo de teorías
espirituales, no pasan de ser información de realidades que otros imaginaron y posiblemente
vivieron como lo pensaron.
La importancia que tiene establecer NUEVOS puntos de vistas para tener
otra visión de sí mismo, es incalculable. El control de la psiquis se vuelve
poderoso.
El pensante asume su rol de causa, y su mente y los pensamientos que
están bajo su dominio dejan de faltarle el respeto haciendo lo que les da la
gana.
Los verdaderos estados existenciales de la naturaleza espiritual, le
proporcionan al pensante un nivel de calidad de vida, que ni las peores
circunstancias lo harán caer de rodillas a deprimirse como un tonto.
Ha sido
un placer. Buen provecho siendo un espíritu liberado. Nos vemos pensante.
Autor: Emilio R. Fernández Ramos.
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