EN ESTA SOCIEDAD NO BASTA CON ESTAR CONSCIENTE
ALCANZA UN NIVEL DE CONSCIENCIA SUPERIOR SI QUIERES VIVIR UNA VIDA DISTINTA
Hola amiga(o) pensante. La respuesta usual de una persona cuando se le
advierte del posible peligro que puede haber al hacer algo es; “yo lo sé”. O “estoy
consciente”
Saber y estar conscientes son estados resultantes del reconocimiento
mental y perceptivo del cuerpo. En ese nivel de consciencia se funciona por
instinto como los animales y respondiendo a la reactividad mental.
El reconocimiento mental es similar al que hacen los procesadores
inteligentes, usted le muestra una imagen o un escrito y el primer paso es
“re-conocer”. Pero para eso necesita haber acumulado una memoria, datos o
información para poder hacer sus cómputos.
La pregunta es; ¿sabe la computadora’? ‘Está consciente la computadora?
¿Verdad que parece que sabe o que está consciente?
Eso mismo les sucede a los pensantes. La persona cree que sabe o que
está consciente, y se confía. Actúa a un nivel de percepción física y
reconocimiento de la mente a lo que percibe.
He ahí la razón que se plantee la necesidad de: “saber que sabes; o
estar consciente de estar consciente”.
Aquel que no suba a ese nivel de sabiduría o consciencia, jamás tendrá
el control de su actividad pensativa. Y esto implica carecer de voluntad o
dominio de su atención.
Todo lo que percibe un cuerpo, de la manera que lo percibe, ha tenido un
propósito de supervivencia de esa especie, y ha sido resultado de millones de
años de evolución. Los órganos de los sentidos y el cerebro, ya están
condicionados para funcionar con normalidad dentro de un rango de esa
percepción.
Los seres humanos tan pronto nacen, a estas percepciones comienzan a
ponerles significados. La imagen o voz de mamá, de papá, y luego todo lo que se
le ocurra interpretar acerca de las cosas, hechos o situaciones.
Por un lado, el cuerpo percibe lo que percibe, lo procesa y responde; y
adicionalmente el pensante le agrega su interpretación, interpretación que
contienen una carga de emotividad.
Muchos pueden recordar sus primeros años de vida, cuando interpretaban o
le daban un significado a las cosas que luego tuvieron que reconsiderar y
cambiaron los significados, ya que para esa primera vez en su mente no había
datos adecuados para procesar lo percibido.
Se supone que, con el paso de los años, los pensantes van actualizando
sus interpretaciones, ideas o creencias, y a la vez dependiendo menos de lo que
su cuerpo percibe y no dejando que su mente interprete en automático.
Pudiera poner muchos ejemplos, pero a ustedes no les gusta leer escritos
de más de cuatro párrafos. Ejemplos de
interpretación automática: sal a la calle y empieza a ver las caras de las
personas en el vecindario, y observa como tu mente te recuerda; “esa es la
antipática María; ese es el que me cae mal, este me agrada, etc.
O mira las cosas alrededor dentro de tu casa, y te sentirás tan cómodo
con lo que percibes, que solo si ves a un extraterrestre o algo que tu mente no
reconozca de ese lugar, es que vas a dar un salto que pegarás la cabeza del
techo.
Tu mente es la que te dice; “esto no lo reconozco”. Y solo entonces le
prestas ATENCIÓN.
Es decir, mientras funcionas en automático; sabes o estás consciente,
pero no estás prestando ATENCIÓN.
La pregunta es. ¿Qué tanto tiempo del día funcionas en automático? O,
¿Qué tanto tiempo de toda tu vida has funcionado en automático?
Aquel que desee elevar su inteligencia, está obligado a rescatar su
atención. Recuperar la iniciativa con el uso de su atención y dominarla.
Solo así los pensantes podrán hacer uso de su sabiduría innata. Solo así
su presencia espiritual hará valer su poder para causar en sí mismo, efectos de
su agrado, y una personalidad acorde con sus sueños.
No basta con saber o estar consciente, si es que se desea ser mejor,
como se piensa que se puede ser.
Buen provecho estando consciente de estar consciente.
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