¿ERES DE LOS QUE CREE QUE PUEDE O DE LOS QUE SABE QUE PUEDE?
PROBABILIDADES, CREENCIAS Y ESPERANZAS
Hola amiga(o) pensante. Para que aparezca la eficiencia se tiene que
aclarar el entendimiento y así poder abrir camino a la inteligencia.
Una persona puede creer que lo puede todo o que no puede nada. Pero la
gran mayoría son selectivos con sus creencias de lo que pueden y de lo que no
pueden.
Pero todos los que se basan es sus creencias, todavía no han alcanzado
esa experiencia de saber que pueden.
Saber que se puede, es muy diferente a creer que se puede. Creer que se
puede es como hacer las cosas con la esperanza de que salgan bien.
La realidad social producto de la interacción de los seres humanos exige
pragmatismo. La demostración con hechos es lo que valida la capacidad o
inteligencia de la persona.
Las creencias llevan un porcentaje de probabilidades desconocidas, y ese
es un punto ciego para el pensante.
Mantener la esperanza que algo suceda, o pase como uno espera que pase,
se limita a que ese porcentaje de probabilidades desconocidas no interfieran.
Pero el pensante debe estar consciente, que ese porcentaje está fuera de su
control. Esta fuera de su experiencia o conocimiento.
Cuando alguien expresa; que va a ver si puede, o que cree que puede hacer
algo como se espera que se haga o suceda; está corriendo un riesgo de fracasar,
y si eso sucede, no debe agarrarlo de sorpresa.
Aquellos que han demostrado su competencia tienen la certeza de que:
“saben que pueden”. En cambio, los que creen que pueden, les falta alcanzar esa
experiencia.
Pero en vista que hay esperanzas que se adentran al campo espiritual y
de los poderes divinos, son esperanzas que no deben de faltar en ningún
pensante con claridad de consciencia.
Reconocer que somos unos advenedizos, unos recién llegados a un universo
que ya estaba hecho desde hace muchos miles de millones de años, es reconocer
que existe una causa superior y el comportamiento de la naturaleza no está en
nuestras manos, por lo tanto, es un factor que introduce probabilidades en todo
lo que uno haga o deje de hacer.
Los verdaderos inteligentes se inclinan ante “el papá de los helados”;
(El Creador Supremo).
Creer o no creer es un creer. Si alguien cree que no puede, esa es una
creencia, y si cree que puede, es también una creencia.
Tú elijes el tipo de creencia que quieres tener. Pero debes saber que sostener
la vida con creencias es caminar por la cuerda floja padeciendo de miedo a las
alturas.
Hasta que el pensante no haga realidad, o experimente eso que “cree”,
estará en el limbo, expuesto a ser derrumbado.
Ha sido un placer. Buen provecho en tu adquisición de esa experiencia que
te convierte una creencia en un saber.
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