CONCIBE LA NADA Y REVERTIRAS TODOS TUS MALES
LA EXISTENCIA SUCEDE ENTRE LA NADA Y EL ALGO. NO TE PUEDER QUEDAR FIJO EN EL EXTREMO DEL ALGO
Hola amiga(o)
pensante. Los seres humanos se repiten entre ellos; “viniste a este mundo sin
nada y te vas de este mundo sin nada”. Quieren creerlo, las pruebas son
contundentes, pero…La Nada es insoportable de pensar.
Pero si vinieron
sin nada y se van sin nada, ¿que tenían antes de venir? NADA. ¿Y que tendrán después que se vayan?
NADA
El ser humano nace
sin identificación, y de inmediato desde afuera comienzan a inducir formas de identificarlo,
y luego se incorpora el mismo pensante para decidir con que o como se
identifica.
Hay fuentes de
identificación por lo que tienes, posees o produces. Hay identificaciones por
lo que haces, y por lo que eres.
Si haces poemas,
eres poeta; si haces locuras, eres loco, si tienes ganado, eres ganadero; si
eres doctor, se sabe lo que haces y consigues con tu ejercicio.
Entonces, si
piensas o concibes la idea, que en esencia, Nada tienes; vas a sentir que ERES Nada”. Y esa impresión
de ser así de verdad es peor que la muerte, Y eso causa un terror insoportable.
Por lo menos con la
muerte ya se tienen ideas o creencias que después que mueran seguirán con sus
identificaciones sin importar si es en el cielo o el infierno, pero es mejor
que Ser Nada.
He ahí un factor
que impide pensar la Nada. Y lo otro que dificulta pensar la Nada, es la Mente.
Ella no procesa vacíos, de hecho, en la memoria todo está relleno, balanceado,
simbolizado y con sus respectivos significados.
Por ejemplo, traten
de recordar en secuencia los últimos 5 días, de lunes a viernes. No puede haber
un día que no haya algo. Si hay un día Vacío, “nada”, la mente les mostrará
como resultado un disparate, sin ninguna coherencia.
Pueda que no
recuerden lo que pasó el día miércoles, pero si siguen cuerdos, es porque la
mente si encontró información registrada.
Si supieran que los
estados compulsivos mentales de todo tipo, se alimentan de ese esfuerzo desorbitante
para rechazar la Nada; tratarían de prestarle algo de atención. Ya que de ahí
proviene esa energía negativa que deteriora la salud física y mental.
Cuando una persona
siente o presiente una amenaza y se vuelve paranoico (que es un estado de
compulsión extrema), quiere evitar a toda costa que hagan Nada de él. La muerte
en otras palabras es el final de la vida, y el miedo que sienten por la muerte es
convertirse en Nada o no existir.
La solución compulsiva
para los pensantes que no quieren pisar o pensar la Nada; es SER ALGO a como dé
lugar. Cualquier algo es mejor que ser Nada. Y aunque no me crean, hasta ser un
enfermo es un alivio.
Por eso; ser un
miserable, enfermo, vicioso, o cualquier condición paupérrima mental con la que
se identifique, se puede convertir en su salvavidas. Y no le pidan a esa
persona que deje de ser de esa manera como si se pudiera soltar con facilidad.
Ustedes ven y se
pueden preguntar. ¿Y por qué no agota todas sus energías investigando o
buscando las maneras de resolver su enfermedad crónica, si es que no está
viendo resultados con los tratamientos que hace, pudiendo hacerlo?
¿Será que a la
enfermedad, o a ese estado depresivo le han dado un uso existencial?
Cuantos por allí no
han celebrado el resfriado, la fiebre, el accidente, su estrés, o la depresión
porque les ha servido de excusa para no ir al trabajo, a la escuela o a
cualquier otro compromiso. Cuantos no
consiguen reposos o manipulan a sus familiares fingiendo exageradamente
enfermedades.
Eso es darle uso
existencial a condiciones psicológicas y fisiológicas negativas, que luego no
saben y no pueden cambiar cuando las ven demasiado peligrosas, y el que se
puedan morir de eso, los aterroriza.
Entre la Nada y el
Algo. El pensante se fue de cabeza al extremo del algo. Allí está empozado,
como aguas retenidas, pudriéndose, descomponiéndose, sufriendo, enfermándose, infeliz,
pero contar de no voltear a ver la Nada, lo soportan todo.
“Y Dios los creo de
la Nada”, de la Nada vienen. Y la ciencia afirma; “este universo apareció de la
nada”. Pero no pueden concebirse a sí mismo ser Nada.
Buen provecho
contemplando la Nada. Para más, estoy a la orden.
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