HIPERACTIVIDAD O DESORDEN MENTAL
CAMINOS EQUIVOCADOS PARA DOMINAR LA HIPERACTIVIDAD MENTAL
Hola amiga(o) pensante.
Todo lo que experimenta una persona son consecuencias de sus acciones. La única
forma de no causar una alteración es permanecer inmóvil mental y físicamente.
En otras palabras: estar muerto.
Pero nadie desea
solucionar sus problemas o dificultades muriéndose. Aunque esa solución pasa
por la mente de muchas personas agobiadas, estresadas, o deprimidas, como
consecuencias de hiperactividad mental.
La actividad
pensativa o la actividad mental, es una acción que produce efectos, que pueden
ser agradables o desagradables, efectos negativos o positivos, efectos
favorables o desfavorables.
Puede estarle
sucediendo a alguien en este momento, que este deseando y hasta intentando
parar esa hiperactividad mental que lo tiene medio loco.
Ya ha intentado
todos los trucos que se le han ocurrido y la cosa empeora. Algo tiene que
hacer, ya no está preocupado, está aterrado al ver a donde lo están conduciendo
las consecuencias de esa hiperactividad mental.
No todos los
afectados tienen la fortuna de poder recibir una ayuda verdadera que los
conduzcan a desaparecer el problema, y no el tipo de ayuda que lo lleva a
evadirlo, o a usar soluciones químicas que afectan los mecanismos mentales y
tiene que operar como pensante en un nivel de bajo rendimiento, donde no
levante mucho polvo al pensar. Algo así como dejar de caminar o usar las
piernas para moverse, para no seguir rompiéndose la nariz por tantas caídas. En
lugar de fortalecer las piernas y volverse más diestro en su uso.
Lo esencial, lo básico
o lo fundamental para recuperar el dominio de la actividad pensativa o corregir
el desorden mental, es adquirir conocimientos, comprender como funciona su
mente y la relación que tiene con ella. No se puede dominar lo que no se
comprende.
No se asusten; no
hay que ir a una universidad. Ya todos nacimos dotados de los mismos mecanismos
mentales y los hemos estado usando desde que nacimos.
Los errores
ocurrieron porque nunca le prestamos atención a esa actividad mental y nadie a
nuestro alrededor nos alertó o compartieron sus propias experiencias de como
conducir de manera efectiva la actividad pensativa.
La mayoría llega a
viejo y en lugar de haber aprendido en el camino a mantener su mundo interior rebosante
de paz y serenidad mental, su mundo interior se encuentra peor que cuando era
joven. Los años vividos y el tiempo no son garantía de madurez.
En el artículo
anterior; “agobiado de tanto recordar”, tocamos unos datos valiosos para ir
comprendiendo cómo funciona la mente y nuestra relación con ella.
Una cosa es leer y
decir, que bueno, me gustó, y otra cosa es estudiar. Hay que diferenciar
información de conocimiento. El conocimiento se adquiere estudiando, y estudiar
es una acción con un propósito diferente a leer para informarse.
Ya deben de haber
practicado el uso de la atención para observar cómo funciona el recordar y el
olvidar. En lo que no hay atención en este momento está olvidado, no existe, no
es real. Y eso que estás recordando se hace real, debido a que le estás
prestando atención.
No todas las personas
están ya en un estado de manicomio o de camisa de fuerza, la gran mayoría está
bajo tratamiento médico o evadiendo el desorden mental con aguardiente,
comilonas, drogas callejeras o cualquier otra cosa donde su atención se salga
de su mente.
El dominio de la
atención hay que lograrlo. Existen muchos tipos de ejercicios, no importa el
que haga, debe mantener consciencia de que lo hace para fortalecer el dominio
de la atención para relacionarse con su mente en mejores condiciones.
Y por aquí va a
encontrar datos valiosos que si los pones en uso, comprobará los beneficios. Ha
sido un placer.
Comentarios
Publicar un comentario