LAS LIMITACIONES DE LA MENTE Y LA NADA

 


SI TE LO PIERDES LO LAMENTARAS. SI LO USAS LA HUMANIDAD TE LO AGRADECERÁ

Hola amiga(o) pensante. Esto es una orden; “recuerda algo”. Vamos; recuerda algo. Cualquier cosa; recuerda algo.

Ese algo que acabas de recordar, es una memoria o registro que está en la mente. Su ubicación en la línea temporal en el orden cronológico del transcurrir del tiempo, es para la mente fundamental para su proceso de reconocimiento y la coherencia que debe mantener.

No hay espacio de tiempo vacío. Puedes estar borracho, drogado, anestesiado, inconsciente por cualquier hecho violento, pero tu mente no deja de filmar y grabar.

Toda la data de esa acumulación de memorias, es necesaria para la coherencia computacional de la mente. De ese proceso mental surgen cosas como el intelecto, inteligencia o grado de cordura, o de locura.

Sin registros o memorias, la mente parece inútil, como la del niño de tres meses que solo se distrae con el chupón. Pero esos registros, tienen que tener un significado para el pensante. Sin este significado, la vida psicológica no se produce. El momento vivido deja de tener sentido.

El sentido que tiene la vida para cada pensante proviene del significado que le pone a ese momento o hecho vivido. Por esa razón vive de manera desesperada buscándole significado a todo.

En otras palabras, termina usando la mente para interpretar lo interpretado, y no importa cuántas veces lo recuerde, pero debe seguir buscándole más interpretaciones, ya que nunca está satisfecho.

De esta manera el pensante pierde control de la mente, y su imaginación la usa para suponer o interpretar hasta lo que no ha sucedido.  

Todo el registro de la experiencia de vida, conforma la data disponible para que esa mente haga sus procesos. La capacidad usada de la mente se limita a esa data disponible. La data limita la inteligencia y la cordura, ya que se usa para evaluar o procesar la nueva información. La vieja data acondiciona la nueva data, y se detiene el progreso.

Es aquí donde el pensante es indispensable. Su rol de programador  debe asumirlo. Solo él puede poner en dudas y hasta contradecir sus viejas interpretaciones, y la mente puede romper sus limitaciones.

 La técnica usada con éxito en este proceso por el pensante, es la consideración de la Nada. El concepto del CERO (ningún valor) fue una demostración súper exitosa. Rompió las limitaciones de los procesos de cálculos y todos los algo o unidades de valor exponen-ciaron sus valores con la presencia conjugada del “NO Valor”, el “concepto” de cero. (Concepto es una idea formada en la mente por el pensante, el cero no existe)

Las mentes humanas a esta fecha, se han acondicionado para el uso del concepto del cero, y los genios empiezan a brillar a temprana edad. Pero las leyes de la física convencional se han quedado cortas, y existe la necesidad de un concepto que pise terrenos de lo absoluto o lo infinito. LA NADA Y EL TODO.

Estamos parados en terrenos del todo. No encontramos en el algo, lo podemos palpar. Ya con esa idea del todo comprobada en parte, y asimilada, la mente se mantiene tranquila, puede hacer coherencias en sus cómputos, pero el ser humano quiere ir más allá.

Y apareció la idea de la Nada absoluta. Una existencia que no es admisible que exista, porque la mente no la puede procesar.

El problema para una mente es computar una nada sin que la identifique con un algo, o que la intérprete de alguna manera. Y para el pensante común, tiene que encontrarle un significado. Tiene que ser un algo, especial o lo que sea, pero tiene que ser un algo.

 “Piensa en Nada”. Nada en absoluto. Inténtalo, y comprobaras que no sucede ningún proceso mental.

La mente abarca el todo, lo conocido, o por conocer, pero una nada del todo, le es imposible computar. De hacerlo, hasta la noción de existir o haber existido desaparece. Es una experiencia liberadora para el que tiene el valor de ir más allá del alcance de su mente.

Tú mente se negará o no podrá, pero para eso estas tú como pensante. Eres la variable capaz de cambiar la configuración de tu propio universo, cuando manejes a voluntad “la Nada y el Algo”. (El significado y el no significado)

Y tu mente terminará de alguna manera simbólica computando esa nada en recombinación con el algo o el todo, y permitirá llegar a lo profundo en la comprensión de este universo, y la verdadera magnitud de la totalidad de esta majestuosa obra más allá de lo universal.

Es una invitación; juega con el concepto de Nada. Dale vueltas por tu mente y mira. Mira, observa todas las volteretas que da tu mente tratando de mandarte a mirar algo de lo que ella computa.

Paciencia, déjala que te hale los cabellos, te llame tonto por estar “haciendo nada”, en lugar de estar pensando algo que tenga significado para ti.

Después me echas el cuento. Saludos amiga(o) pensante.

Autor: Emilio R. Fernández Ramos  

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