ENREDADOS CON EL TIEMPO

PIENSEN EN LAS ACCIONES Y OLVIDENSE DEL TIEMPO

 Hola amiga(o) pensante. Recuerdan esos momentos cuando deseaban intensamente que pasara el tiempo. Eso que estaba por venir era algo tan anhelado, que el bendito tiempo se ralentizaba expresamente para hacernos sufrir.

El niño Jesús o San Nicolas, no llegaban con los regalos ningún otro día sino el 24, faltan unos días y tardaban un siglo en pasar. Pero hay muchos ejemplos con buenas razones para desear que el tiempo pase rápido. ¿Verdad?

Anja, pero también hay razones poderosas para desear que el bendito tiempo deje de pasar rápido para nosotros.

¿Por qué sucede ese cambio de posición y por qué ambos producen efectos emocionales?

El tiempo transcurre igual para todos, por lo menos los que estamos en la superficie de la tierra; pero a quienes afecta son aquellos que tratan de que pase rápido o lento.

El misterio está, en que es lo más absurdo que puede hacer un ser humano, al pretender que el tiempo se comporte como lo desea.

El enredo es aun mayor debido a que vemos el tiempo como una necesidad para todo lo que vamos a hacer. Hay que calcular cuánto se necesita, ¿Qué se puede hacer sin el tiempo?

También sucede que a veces el tiempo pasado quisiéramos regresarlo y otras veces se desea que se alejen lo más que puedan de nosotros esos malos tiempos, “ya que el tiempo lo cura todo cuando se va bien lejos.”

Hay quienes casi nunca tienen tiempo, otros lo ven como una pesadilla porque es muy largo o muy corto. Y se les forma todo un enredo mental.

Lo que no se dan cuenta los pensantes, es que su mente está tratando de procesar todas esas intenciones o deseos, y termina la pobre hecha un 8. Y debido a que intenta cumplir los deseos absurdos de su amo, lo mantiene a veces reviviendo el pasado, o viviendo un futuro que no existe. El único que está en el presente es su cuerpo físico, ya que no tiene manera para producir la ilusión de irse para el pasado o el futuro.

Pero no se compliquen la vida tratando de entender el tiempo, la mente prodigiosa de Albert Einstein con su relatividad pensó que lo había dicho todo con respecto al tiempo y al espacio, pero vinieron otros genios como él, y al adentrarse en el interior del átomo, el bendito tiempo les salió con cosas imprevistas.

Para no continuar enredando la mente, es mejor procesar los ciclos de acciones. Se empieza con lo que se tiene planeado hacer, y se olvidan del bendito tiempo.

Claro, si conviene se estima el tiempo, pero a usted lo que debe importarle son las acciones que va a realizar. Piense en ellas y póngase en marcha.

Y ojo, las acciones no requieren tiempo, lo requieren a usted para que se dedique, y el tiempo aparecerá mágicamente.

Un proceso o una actividad como preparar la comida, usted puede encontrar maneras de reducir el tiempo de preparado con sus acciones. Pero no va a lograr reducir el tiempo, reduciendo el tiempo.

Y para concluir, hay otro tiempo que se ha convertido en una tortura y destroza el equilibrio emocional; el tiempo de vida que tiene el ser humano. Es preocupante este tiempo.

Aquellos que se dedican a las acciones del vivir y ven el tiempo con indiferencia, son los que disfrutan la vida. Y que “casualidad”, el tiempo de vida les alcanza para hacer todo lo que deseaban hacer.

Autor: Emilio R. Fernández Ramos