EL AMOR Y LA LUZ
EL AMOR Y LA LUZ (Prosas punzantes) El amor al igual que la luz en su más integra pureza carece de color, ambos son de una transparencia sublime, ya que ambos provienen y conservan el aliento de la divinidad. Las tonalidades no existen realmente, por lo tanto, es innecesaria la realización de composiciones para armonizar y separar la belleza de la fealdad, lo bonito de lo feo, los amo o los quiero, de los no los amo o no los quiero. Pero el amor al igual que la luz permite que se le descomponga para beneplácito de la diversidad de opiniones de las consciencias auto-creadas que se comportan como prismas para descomponer o echar a perder la inmaculada función del amor cuando conserva toda su pureza. Los dueños de los prismas mentales usan del amor una ínfima cantidad de tonalidades para amar a un reducido grupo de personas y cosas, en distintos grados de importancia. Se puede contar con los dedos a quien se ama y cuanto se les ama. En esa misma medida la belleza y la fealdad se ace