EL AMOR SE ENTREGA EN SILENCIO

  


EL AMOR SE ENTREGA EN SILENCIO

(Poema)

Preocupado y nervioso con anticipación, tenía que declararle mi amor a quien había elegido el corazón. Desbocado en la imaginación ensaye innumerables versiones literarias con voz de declamador y buena pronunciación para una declaración de amor impactante. El selecto vocabulario novedoso para mí, solo lo comprendí buscando en el diccionario. Usándolo como un rosario, repetí y repetí hasta poder memorizarlo, no me podía equivocar, me iba a declarar como todo un caballero enamorado. Días de sueños perdidos, ensayando una versión resumida de la literatura que describe la hermosura de una declaración de amor, para que, llegado el momento, con toda esa expectativa, nos miráramos a los ojos, nos tomáramos de las manos y sin pronunciar palabras nos confesamos amor. No hizo falta decir un te quiero, un te amo o un me gusta de las tantas maneras de decirlo como aprendí de memoria. El amor se entrega en silencio, y cuando se ofrece con adornos, los adornos lo desdibujan. Si no pueden ver en tus ojos el amor cuando miras a los ojos al que amas, su corazón carece de amor por ti. No eres la luz que está buscando con su mirada. Afortunadamente en mi caso, el encandilamiento fue mutuo y no hizo falta la literatura poética de las declaraciones de amor más famosas y transcendentales en la historia del romance para decirnos que nos amábamos. Sin embargo, ahora podemos disfrutar de la floritura con las palabras para adornar un amor ya confeso y correspondido.

Decirle que ni un terremoto podrá hacer trastabillar mi amor por ella, o que la deseo tanto como una bocanada de aire para el que se está asfixiando, son flores en la alfombra roja por donde transitamos nuestro romance.

Autor: Emilio R. Fernández Ramos  

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