EL QUE VIVE DE APARIENCIAS LA PANDEMIA LO VA A DESTROZAR

 LAS PERDIDAS PUEDEN CAUSAR QUE EL PENSANTE RENUNCIE A LA VIDA QUE SOÑABA.
      Hola amiga(o) pensante. Por lo general los pensantes padecen de una gran preocupación que les condiciona a estar renuentes y a sentir temor de fracasar o sufrir pérdidas. Es una tontería, pero como les afecta lo que piensen los demás pensantes.
    En este momento de pandemia que vive, donde está en riesgo su vida y sus pertenencias; que está en juego sus metas, sus objetivos, sus sueños, su estatus social, etc. Muchos están temblando por lo que van a pensar los demás, si queda en mala situación.
  Hasta el hecho de ver la posibilidad de morir, la preocupación, es morir cuando consideran o suponen que no debieran morir. ¿qué van a pensar?
   El pensante que vive de apariencias, cae en depresión al no poder soportar el estado en que ha quedado con sus pérdidas, y está a la vista de los demás pensantes los cuales darán sus opiniones o simplemente van a pensar algo que no es lo que se quiere que piensen.
  La gran amenaza que representa la pandemia, esta torturando aquellos que ven amenazadas sus pertenencias, su estatus, sus objetivos que habían prometido conseguir y sus invulnerabilidades de las que tanto se alabaron.
  ¿Qué van a pensar de mí? Quedar mal, o considerar que se está quedando mal ante la vista de los demás, es lo que duele de verdad. Es el lugar donde el aguijón del fracaso o la perdida se queda clavado, inyectando su veneno.
   La recuperación, o levantarse para volver a la carga con nuevos bríos y mostrando el rostro de frente y sin vergüenza, va a depender de como el pensante maneje esta delicada situación psicológica que está viviendo.
   Nadie dice que es fácil, por eso algunos optan por desaparecer o hacerse invisible. Hay muchas maneras de no hacerse visible, una de ellas, no volver a proyectar grandes objetivos que llamen mucho la atención, que involucre a muchos pensantes. Diluirse en la multitud donde a casi nadie le importa si vives o mueres.
  El asunto se complica para los que ya son conocidos por muchos pensantes, sabe que ha llamado la atención y no va a pasar desapercibido, y muchos querrán saber de su vida. 
  Pero la peor solución para hacerse invisible, es generar un estado de inconsciencia para no ver, paro no oír, para no recordar, para no sentir su dolor, y cortar o reducir su comunicación.
  Aprender a “perder”, es sencillamente a ser capaz de confrontar lo que, por regla del juego de la vida, es un componente esencial que forma parte junto con su lado opuesto, “ganar”.
   Por ambos (ganar, perder), se da la razón para que un ser espiritual se involucre y experimente efectos que de otra forma no puede experimentar.
   La pandemia va a pasar. Tenga la seguridad que va a pasar, pero si esta preocupado o muy pendiente de lo que esta perdiendo o lo que podría perder, no solo va a perder lo material; va a perder confianza en si mismo, va a debilitar los pilares conque ha venido sustentando su personalidad, y puede caer en el foso de inconsciencia para parar de sufrir cada vez que recuerde lo perdido.
  Si alguien a tenido que verse impotente para evitar pérdidas importantes en la vida, he sido yo. He recibido golpes para quedar inconsciente, medio loco, incurable por los traumas o efectos psicológicos negativos que pude haber sufrido.
  No podría estarle hablando de como se siente estar viviendo sin recursos económicos, o de como se ve la vida después de una gran perdida, del fracaso, de la traición y expuesto a todas las conjeturas y suposiciones que se le puedan ocurrir a quienes me conocieron o me conocen. Pero me importo muy poco lo que pensaran los demás, porque no tenía, ni tengo apariencias que cubrir.
  Tengo objetivos que cumplir, pero el compromiso es conmigo mismo. Y es conmigo que tengo que resolver los efectos negativos que puedan haberme golpeado.
   Hasta el día de hoy no soy buen ejemplo para enseñar como acumular riquezas. Un día decidí compartir mis experiencias espirituales y mis observaciones acerca del pensar y los resultados beneficiosos que se pueden producir con los pensamientos, y fue para mi un descubrimiento darme cuenta que el grueso de la humanidad lo que más le importa y le preocupa son las cosas materiales, y la salud física cuando se ve amenazada.
  Esa felicidad, esa paz y serenidad interior que se puede disfrutar en nuestro propio mundo, no es algo prioritario.
  La espiritualidad se vuelve importante cuando el mundo material del pensante está amenazado. Cuando la salud física, sus pertenencias y su estatus social están en peligro.
   Pero la espiritualidad solo le importa mientras pasa el peligro, mientras todo vuelve a la normalidad, y se asegura que ya no hay mas amenazas. Al asegurarse que paso el peligro, vuelve a lo suyo. Y si lo ves, que se queda convertido en un fanático religioso, es porque está seguro que el peligro no ha pasado.
   El futuro de un pensante o espíritu no termina con el tiempo de vida de su cuerpo físico. El pensante trabaja para asegurar materialmente la vejes del cuerpo sin atender el control que tenga de su pensar, y la tal vejes puede estar respaldada económicamente, pero su salud mental y física no le deja espacio para disfrutar los esfuerzos de su trabajo. Y por su estado espiritual, no hizo nada o muy poco para asegurar su futuro.
   Acepto que cometí el error de creer que la mayoría de los pensantes en verdad les importaba la espiritualidad y la entendían, ya que casi todos pertenecen a grupos religiosos donde se supone los educan en esa materia.
  Pero mi error mas grave, fue quitarle la importancia que tiene la materialidad para un espíritu que se desenvuelve en este universo material. Fue hace un poco más de 10 años que decidí observar y estudiar el cuerpo físico, y con tantos proyectos que tengo en el papel, me di cuenta que sin recursos o dinero no puedo tener la satisfacción de materializarlos.
   Por lo menos me he dado cuenta de mi error y estoy aprendiendo lo que la mayoría de los pensantes llevan en sus mentes desde que nacen. Pensar en tener riquezas, en ser millonario, pero, sobre todo, aprender a pensar como producir esas riquezas. Unos irrespetando las reglas legales del juego y otros de buena ley.
  Cuando las perdidas están en curso u ocurriendo, y el pensante se encuentra impotente por falta de recursos económicos, es la manera mas dolorosa y traumática que se puede vivir. De esa manera he estado aprendiendo la lección y poniendo a prueba mi autosuficiencia psíquica.
   En otras palabras, poniendo a prueba auto-control, o el control de la actividad pensativa para salir de los efectos emocionales negativos que obviamente se producen en mayor o menor grado cuando se sufren perdidas dolorosas.
   Aprendí que se pierde lo que NO se tiene. Por eso es el apego, por eso duele y afecta tanto perder. Descubre la verdad de esto que te digo, examinando tus capacidades. Por ejemplo; una persona que pierde la cordura, no tenía la capacidad para mantenerse cuerdo. Si se examina algún caso, o ha tocado vivir de cerca con alguien que tuvo que recibir tratamientos psicológicos, se puede observar que manifestaba de ves en cuando esa incapacidad.  
  Observa algo de lo que has demostrado que eres “capaz de hacer o no hacer”, y notaras que no tienes miedo de perder, ya que, si pierdes, lo puedes crear de nuevo.
   Lo que tienes verdaderamente no se pierde, no causa efectos traumáticos o dolorosos. En las rupturas de matrimonios, de parejas, o los celos enfermizos, por los efectos se puede medir la “incapacidad” de cada quien.
   Trabajo en mis capacidades para desenvolverme en el juego material, antes no me importaba, pero reconozco que estoy en desventaja ante mis colegas pensantes a la hora de materializar proyectos que considero pueden aportar valor a la humanidad.
   Ha sido un placer. Buen provecho ganando o perdiendo. Nos vemos pensante.
   Autor: Emilio R. Fernandez Ramos
  Correo: emiliofernandezr@hotmail.com

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