SECRETO PARA LA BUENA SUERTE

 


PRIMERO HAY QUE SABER QUE ES LA SUERTE Y DE ESO VAMOS A TRATAR

  Hola amiga(o) pensante. ¿Cuánto me vas a pagar para decirte el secreto de cómo hacer para que la buena suerte siempre esté en ti?

  El pago es leer hasta el final, y dedicar unos minutos a reflexionar el asunto.

  ¿En qué aspecto de la vida se aplica lo que se denomina suerte?

  La suerte recae en ese factor impredecible en toda actividad de la vida. Imposible que alguien pueda tener conocimiento de todos los factores que intervienen o coadyuvan en cada ciclo de acción que se efectúe.

  En este factor impredecible intervienen otros pensantes que tienen sus propios intereses y determinación; el uso de la tecnología desarrollada para el momento y los fenómenos naturales universales.

  Las probabilidades, o las factibilidades para que un hecho se dé de cierta manera, necesita de un conocimiento tan amplio y profundo, que el ser humano se tiene que conformar con sus limitaciones, ya que reconoce que no puede tener control de todo.

  Esto incluye el propio cuerpo, la estructura psicológica, y las herramientas tecnológicas, que de una manera u otra pueden presentar fallas en el momento más inoportuno.

  Con el aumento del conocimiento aumentan las probabilidades de tener éxito y el factor suerte disminuye. Por lo tanto, hay menos posibilidades de tener “mala suerte”. (Entendiendo que conocimiento es saber qué hacer en un momento determinado.)

  Con casi 8 mil millones de pensantes en el planeta, pidiendo que la suerte siempre este a su favor, es imposible de complacerlos a todos, o a uno en particular, sin causarle mala suerte a otros.

  En ese compromiso han metido a sus Dioses. Las cosas tienen que darse o salir siempre a su favor, así hagan las acciones incorrectas.

 Estas personas que bogan por la buena suerte; esa suerte debe estar por encima de su ignorancia, de su incapacidades o inteligencia. No necesitan adquirir conocimientos y hacerse diestro en las acciones que le permitan lograr sus objetivos.

 Es muy fácil vivir la vida dependiendo de la buena suerte, aunque sea en la imaginación. Y para asegurar que esa buena suerte no se pierda nunca, debe convencer a su Dios que no lo desampare en ningún momento.

  Pero han comprobado que no importa conque creencia divina se cubran, se protejan y le supliquen; siempre reciben sus golpes de mala suerte. No dejan de ocurrir momentos problemáticos, hechos dolorosos y fracasos.

  Pero para todo problema el muy astuto pensante tiene soluciones. Y ya que en la tierra no puede estar a salvo de la mala suerte, en el cielo va a tener la buena suerte garantizada. Nada malo le va a ocurrir, será complacido en todos sus deseos sin levantarse de su cómoda silla de extensión en la nube que le toque retozar.

  Les di muy mala noticia a los que esperan vivir de la buena suerte, pero les prometí un secreto para tener siempre buena suerte, y voy a cumplir mi palabra.

 Han estado buscando la buena suerte fuera de ustedes. No se han dado cuenta que somos un invitado entre muchos que se encuentran en este planeta, en este sistema solar, en este universo.

  Que yo sepa, ninguno de nosotros es el creador del universo y de las vidas que aquí nos encontramos.

 Lo que sí es fácil de comprobar para no vivir con dudas, es que lo que ocurre dentro de uno, los estados emocionales, los sentimientos de agrado, de placer, felicidad o infelicidad, dependen exclusivamente de cada pensante.

 Me he convencido que al creador le pareció una excelente idea concedernos esa virtud de producir pensamientos y experimentar los efectos de nuestras creaciones. Cada uno de nosotros puede hacerlo con relativa facilidad.

 Nadie que no tenga un pensamiento con respecto a algo, va a sentir o experimentar algo al respecto. Que esperan para hacer la prueba.

 Antes de ver la película de “Avatar 1”, pregunto: ¿existían esos personajes largos y con colas para ustedes? ¿Podían experimentar algo o tener una opinión de ellos? No existían.

 Ya que los conocieron, ¿les agrada? ¿no les grada? Ven como ahora pueden pensar con respecto a esos personajes y sentir algo al respecto.

  Esa es la magia de un pensante, esta es la forma de ser milagroso consigo mismo, esta es la manera de ser feliz cuando lo desee, de sentir placer cuando quiera, de estar confortable con su estado emocional o sentimental, esto es vivir con buena suerte, ya que solo depende de ti.

  Y si solo depende de ti, tendrías que estar atrapado de tal manera en tu propia telaraña de pensamientos, ideas y creencias, que no puedas mover un dedo para soltarte y causar tu buena suerte cada vez que quieras.

  Si pudieron leer hasta aquí, están lo suficientemente cuerdos para que se les olvide lo que tienen que hacer para ser libres de la mala suerte.

  Aquellos que han estado perdiendo el tiempo buscando la suerte fuera de ellos, y dentro de ellos son un desastre; aquí en este blog o página se aborda ampliamente el tema para guiarlos de la mejor manera.

  Ha sido un placer. Buen provecho con tu buena suerte. Nos vemos pensantes.

  Autor: Emilio R. Fernández Ramos

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