VENERANDO EL CEREBRO
LOS CEREBROS PENSANTES ATRAPADOS EN EL CEREBRO
Hola amiga(o) pensante. A todo el que
considera que el cerebro es el que piensa, no es ninguna ofensa llamarlo
“cerebro pensante”.
Pensar con el cerebro o tener un cerebro que
piensa, es una conclusión a la que se ha llegado con mucho miedo. Es tal el
miedo, que nadie se quiere ocupar de prestarle atención para no encararse con
lo desconocido de su propia naturaleza de ser.
Observen. Si el cerebro es el que piensa, esa
consciencia que se creen ser ustedes, es un producto del cerebro. Es decir, sus
existencias son una especie de holograma psicológico producido por el cerebro. Se
apaga el cerebro y ¡puf! Ya ustedes no existen.
Si eso es así; la mala vida psicológica que se
están dando, es culpa del cerebro, y bien hacen en venerarlo, para que se
compadezca de ustedes que son su creación.
En lugar de atribuirse los gustos y
preferencias, es correcto decir; “a mi cerebro le gusta la música, o la
pintura, y no le gusta fulanito de tal.
Muchos que se creen cerebros pensantes, cometen un error al creer que
después que el cerebro muera, van a ir al cielo, o quedaran vagando como
espíritu por ahí. Esto es contradictorio. No tiene ninguna lógica. No importa
que tan mal procesador sea un cerebro, no puede producir una personalidad que
se crea inmortal. O que va a seguir vivo después que él deje de existir.
Una buena defensa de los cerebros pensantes es argumentar que: “ellos usan el cerebro
para pensar”. “Ellos
no son ningún cerebro, por el hecho de estar usando uno para pensar”.
Y yo les pregunto; ¿y quiénes son ustedes?
Si ustedes no son el cerebro, si solo son usuarios del cerebro, ¿Quiénes
son ustedes?
A los científicos se les hará un nudo en su razonamiento, y van a tener
que morir aceptando que es un producto de su cerebro. Y va a ser muy felices
que los llamen “cerebros pensantes”.
Pero la gran mayoría de los que viven y actúan con la firme creencia de
que piensan con el cerebro, o usan uno para pensar; son espiritualistas.
Ellos piensan que son un ente espiritual con un cuerpo, y así como usan
las manos del cuerpo para hacer muchas cosas, así usan el cerebro para pensar.
Yo les diría. “explícame esto; naciste usando ese cerebro y ya tienes
20, 30, 40 o 70 años usándolo, y no has aprendido a usarlo. ¿Cómo es eso que lo
que piensas con tu cerebro en lugar de bienestar lo que te causa son problemas
de todo tipo?
¿Qué culpa tiene tu cerebro si lo que piensas va en tu contra?
Pero lo peor de estos pensantes que usan el cerebro para pensar y crear
esas hermosas y brillantes personalidades con la que se desenvuelven, jamás,
ese espíritu que dicen ser, han tenido una experiencia tan siquiera, para no
vivir con esa oscura sensación de que son un algo que ni siquiera pueden
experimentar o sentirse ser esa cosa.
Afirman que son o tienen un espíritu, pero solo se podrán ver, o van aparecer,
cuando su cuerpo muera. No tienen consciencia de donde están y quienes son en
verdad, y así afirman que están usando un cerebro para pensar.
Están en ninguna parte, y desde ninguna parte, que ellos sepan, están
operando un cerebro.
Les voy a dejar para que se hagan todas las preguntas que deseen, pero
quiero informarles a los cerebros pensantes y usuarios de cerebros para pensar:
qué el cerebro es una pequeña parte de la memoria genética y no es el único
órgano o lugar del cuerpo que puede hacer cómputos, permutar o dirigir
funciones.
El cuerpo, el organismo completo, incluyendo la parte no visible y hasta
desconocida hasta la fecha, es todo un procesador de datos que se interconecta con
el resto del universo que le rodea. Es como si conectaras la computadora
personal a internet.
Una célula de la cual se puede reproducir un cuerpo completo, (con un
cerebro) es infinitamente de mayor capacidad de memoria que uno de los órganos.
Y si activas el internet, puedes usar toda la memoria del universo.
Por favor; aclaren su verdadera naturaleza. Hasta que no hagan
consciencia del verdadero “sí mismo o yo mismo”; el acto de pensar será
confuso.
Les dije al principio, que los pensantes tienen miedo de ponerle
atención a este asunto del acto de pensar. Todos se van a topar con el
misterioso personaje de ¿Quién soy yo entonces?
Los he estado invitando por años a prestarle atención a la actividad
pensativa. Sin este acto de pensar, fueranos como cualquier especie animal o
vegetal.
Los cerebros pensantes más fanáticos, tienen
prisa en conectar cerebros con computadoras. Esto va a ser un negocio exitoso y
lucrativo, y hasta unos premios nobeles se van a entregar a quienes consigan
hundir aún más en la inconsciencia a la humanidad.
Y a mis lectores les digo; parece que sufren de miedo a las
interrogantes. Observen como los científicos, los exploradores vanguardistas de
la humanidad, dan un paso, y se encuentran con más interrogantes que las que
traían hasta el momento.
Pero eso no los abruma, eso no les da miedo, todo lo contrario, son
señales de que pueden encontrar una buena veta de conocimientos.
No te pierdas de ti mismo, te estás esperando
con las manos llenas de libertad.
Ha sido un placer: Buen provecho pensante. Nos
vemos pronto.
Autor: Emilio R. Fernández Ramos
Comentarios
Publicar un comentario