LA ESPIRITUALIDAD DEL SER HUMANO
TARDE O TEMPRANO SE PIENSA EN LA ESPIRITUALIDAD
Hola amiga(o) pensante. Basta creer en Dios, o en un creador, para ser
espiritualista. Basta con ser un negador de la existencia de Dios para ser
espiritualista por negación.
Las dos posiciones contrastan, pero hace de la espiritualidad un tema
persistente el cual ocupa espacio en las consideraciones de ambos. Y de esta
manera el camino espiritual forma parte de las más importantes inquietudes del
ser humano.
Lo que, si es innegable para todo pensante, es que se encuentra vivo y
existiendo en un universo y necesita saber todo acerca de su creación y lo
intenta saber por diferentes caminos.
Una parte de la humanidad se conforma con tener una creencia en un Dios
que creó todo y con eso resuelve su problema; otra parte no cree en un Dios y
permanece en un laberinto tratando de saber cómo se creó el universo y cuál es
la razón de su existencia.
Pero hay otra parte minoritaria que reconoce la imposibilidad del ser
humano para abarcar en su entendimiento el absoluto o verdad absoluta acerca de
ese creador, pero sigue ávido de conocimiento. (Agnósticos)
Todos concuerdan que debe haber una causa o un causante de la existencia
de este universo y la vida que en él existe.
El universo no puede existir sin una causa, aunque ignoremos todo acerca
de esa causa.
La palabra causa es más apropiada que la palabra creador, ya que este
implica género masculino. Entonces, existe una causa, tanto como existe este
universo para nosotros. Aún para los que tienen las fantasiosas ideas que
vivimos en un mundo virtual, parecido a los metaversos que están en desarrollo,
la causa existe.
Aunque la causa y la obra son inseparables, la obra no es una
descripción fotográfica de la causa. Los materiales usados no son los mismos de
los que está hecho la causa, y aquí es donde los seres humanos no soportan la
existencia de una causa inexplicable para ellos y buscan compulsivamente
materializar o humanizar esa causa para poderla percibir y tener algún tipo de
entendimiento.
El ser humano al ver su pequeñez en el universo, y sus limitaciones para
controlar los fenómenos que en él ocurren; no le queda otra que tratar de
conocer los parámetros o límites que le permiten conservar la vida.
La vida psicológica del ser humano por lo general la sostienen anclándose
en posiciones fijas y extremas dentro de dos polos; como: bueno malo, bello feo;
amor odio, moral inmoral, éxito fracaso, creo no creo, etc. No dejan un margen
de movilidad, y de esta manera están en permanente resistencia a la fluidez
natural del universo.
Observen su personalidad, miren como son y como no quieren ser. Miren que
hacen y que no quieren hacer. Miren que quieren tener y que no quieren tener. Ahora
revisen a ver que tan anclados están en esas posiciones. Eso les dirá la
magnitud de las dificultades que tienen para vivir una vida fluida en el ritmo que
lleva este universo.
El camino espiritual se desvanece o se pierde de vista por lo que está
ocurriendo en la mente de la persona, ya que deja de percibir la obra del
creador supremo o causa, tal como es, para verlo y experimentarlo de acuerdo a
sus ideas o pensamientos.
Los seres humanos necesitan en su relación con otros una identificación
para usarla cuando el momento lo requiera. Es fundamental la identificación en
las relaciones sociales. Pero de manera compulsiva se identifica con todo, y va
construyéndose un traje sin quitárselo de encima en ningún momento.
Es decir, su personalidad es una obra ecléctica, que resulta de irle
adicionando identificaciones. En otras palabras, mientras es el jefe en la
oficina, es al mismo tiempo papá, hermano, hijo, flaco, calvo, divorciado,
blanco, etc. Sumándole todas las identificaciones producidas por todas sus creencias,
gustos, simpatías y aspectos de su cuerpo.
Reducido a las limitaciones que el pensante se impone con sus creencias
e identificaciones, y llevando un traje tan pesado para fluir por las
corrientes del universo, se va al fondo de la oscuridad de la vida, y es
arrastrado sin saber a dónde lo lleva.
De esa manera se pierde el camino espiritual, y no se puede ni siquiera
contemplar tal como es, la majestuosa obra que significa la vida a través de
este universo, para así por lo menos sentir gratitud verdadera hacia el creador
o causa suprema de la existencia, aunque no se alcance a conocer o comprender.
Hay personas que se les enciende una luz y rompen sus limitaciones
psicológicas para explorar un mundo más allá de sus creencias o verdades a la
cual están anclados. Y descubren que la verdadera vida a vivir es la que
experimenta a través de la obra del creador supremo y no la que se ha inventado.
La espiritualidad producida por cada pensante es diferente. Ya que
diferentes son sus pensamientos. Por esa misma razón las descripciones de sus
dioses difieren unos de otros, aunque se digan ser monoteístas.
¿Te atreves a dejar de ser quien estás pensando que eres y ser lo que
naturalmente eres?
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