¿QUÉ PASA CON LA INTELIGENCIA Y LA SALUD?

PROFESIONAL, INTELIGENTE, PERO SU ESTADO PSICOLÓGICO LO TIENE AL BORDE DE LA LOCURA

Hola amiga(o) pensante. Es inconcebible que un ser humano esté siendo victima de su proceso pensativo. Nadie tiene la intensión de pensar para hacerse daño.

Pero esta siendo víctima de sus pensamientos en lo que respecta a su salud mental y física. Eso es anti supervivencia.

Nace dotado con la capacidad para pensar. Un logro de millones de años de evolución. La naturaleza nunca se equivoca. ¿Por qué se está haciendo daño?

Sin salud, lo que materialmente se tiene o posee pierde valor. Hay quienes lo darían todo a cambio de la salud. Pero la salud ni se compra ni se vende.

¿Qué pasa con la inteligencia y la salud?

Un intelecto logrado con muchos años de estudio, muy Inteligente para desenvolverse en la sociedad y lograr ser exitoso, pero esa inteligencia no sirve para evitar causarse malos estados mentales y somatizaciones que lo tienen sufriendo.

Pero viéndolo bien, la sociedad y la cultura en general exige el uso de la inteligencia en el mundo exterior. No mencionan su uso para la salud.

Inclusive, al determinar el IQ, o cociente intelectual, no se toma en cuenta los efectos que el mismo individuo se causa en la salud mental y física.

Lo que importa es que resuelva como llevar un cohete tripulado a marte, o cumplir con un trabajo que le permita obtener recursos para sobrevivir.

Por fortuna para los pensantes enfocados en resolver problemas en el desarrollo de cualquier proyecto creativo, NO tienen tiempo de ociosidad para divagar con su mente, imaginando o recordando lo que ya pasó.

Inclusive, sus trabajos no son rutinarios o repetitivos, por lo que no puede automatizar su mente, y darse tiempo para estar en otra área de la mente oyendo canciones o fantaseando mientras trabajan.

Pero son muy pocos esos trabajadores que van a la vanguardia abriendo camino, el resto puede laborar o ejecutar acciones mientras está en su cabeza prestándole atención a lo que esté imaginando.

Revisen esas actividades ya aprendidas, como conducir un vehículo, barrer, cocinar, etc. Comprobarán que pueden divagar mientras actúan en automático.

No hay problemas con tomarse un tiempo para distraerse recordando episodios de la vida; o descansar y dejar que la imaginación revolotee por todas partes.

Mientras sea un acto decidido a consciencia se está manteniendo el control en el uso de la mente y la imaginación. Es decir, nuestra atención está enfocada en eso porque lo estamos decidiendo.

Los pensantes llegan a ese estado de causarse daño a la salud con sus pensamientos, debido a que pasan tanto tiempo dentro de la cabeza divagando, que se vuelven dependiente, adictos de la mente y de su imaginación.

La fantasiosa realidad subjetiva que producen a montones, reemplaza en gran medida la realidad objetiva que están viviendo.

Es mucho más real lo que imaginan que la realidad del momento que viven.

Mucha gente vive suponiendo esto y lo otro como una interpretación verdadera de las cosas, dictando de esta manera una conducta o actitud con sus respectivos estados emocionales hacia eso.

Y todo aquel que solo se atiene a lo que imagina o supone, termina paralizado por el miedo, porque llega el momento que todo lo que imagina es lo malo.  

El proceso pensativo se sale de control en aquellas áreas, asuntos o temas, donde ya hay un antecedente registrado en la mente y es esta la que tiene el control.

Por ejemplo: la persona es muy serena y estable, pero cuando le hablan de este gobierno, casi tienen que amarrarlo. (ejemplo de un venezolano)

Así llegan a ser muchas las cosas que causan esa reactividad mental, y estos pensantes agobiados por su propio descontrol, pierden la salud mental y física paulatinamente.

Y no importa que tan inteligente sean en su profesión o en el mundo exterior, esa inteligencia no sirve para gestionar con éxito las condiciones psicológicas.

Compruébenlo, por ejemplo, aquí en Venezuela es un buen sitio para encontrar miles de profesionales muy inteligentes, pero por las crisis económicas, sus estados psicológicos los tienen a punto de suicidio.    

Ha sido un placer. Buen provecho con tu proceso pensativo.

Autor. Emilio R. Fernández Ramos