COTERRÁNEOS VENEZOLANOS NO ME CREEN

 

UN PASEO POR LA COTIDIANIDAD DE MI AMADA PATRÍA

 Hola amiga(o) pensante. Motivos hay suficiente para sentirse mal, estresado, y con ganas de renunciar a la vida. Pero no hay a quien ponerle la renuncia, ni se van a recibir prestaciones por los años que se han vivido. Así que no vale renunciar, no es conveniente.

 El pensante es su propio jefe. Es el que pone los objetivos y planifica sus proyectos, si espera un cambio de gobierno, debe recordar que él es el gobernante de su vida y responsable de sus éxitos o fracasos.

 La justicia social se creó para proteger a los débiles y salvarlos de las consecuencias negativas de sus actos. Por ejemplo; esos débiles eligen y alcahuetean a sus gobernantes, rechazan cualquier protección contra el coronavirus; prefieren que los mantengan, aunque sea con migajas, con tal de no trabajar como tiene que ser, así que hay que protegerlos; pero ellos no protegen ni a las plantas, ni cuidan el ambiente donde viven.

 Como consecuencia, surgen los seudos-líderes que les hacen creer que tienen el poder de decidir y ellos bailan de alegría cuando le hacen llegar la electricidad, el agua o la luz, después de semanas sin el servicio.  

  Si no me cree, venga a Venezuela para que vea, y no sepa si reír o llorar. “El pueblo decide, la comunidad decide, las bases deciden”. Esto lo repiten hasta la saciedad y esa gran mayoría del pueblo que es boba, hace una fiesta porque ellos son los que mandan, son los que gobiernan.

  En la práctica se ve que de verdad creen y están convencidos que son los que gobiernan, porque les encargan que sean espías de unos a otros para zapear a quién se queje, y en lugar de una bombona de gas le venden dos, o se puede quedar con dos bolsas de comida subsidiadas y de paso no tiene que trabajar de verdad; está en una nómina del estado, pero no tiene que trabajar para cobrar el mísero sueldo que pagan.

  Claro que han surgido innumerables emprendedores, pero no auspiciados por las oportunidades de trabajo que han creado los gobernantes. Esa pantomima que hacen es para aprovecharse de la iniciativa de estos pocos que no se quieren dejar morir por causa de ellos.  

  Fue gracias a la pandemia, gracias al coronavirus que llegó para rematar a los valientes moribundos y estos están aprovechando que los gobernantes no encuentran de que palo ahorcarse para poner el pellejo a salvo, porque ni ellos mismo soportan ver el desastre que han causado. Ya saben que no hay forma de esconderlo, no hay cortina de humo que oculte las ruinas de un país que hace unas pocas décadas despuntaba prometiendo un gran futuro para su gente.

  Si a esos pensantes que se dejan engañar cuando les dicen que ellos ahora tienen el poder y son los que deciden. Y se les ve viviendo en la miseria mientras los seudo jefes o seudo líderes, se dan la buena vida con todos los lujos que les da la gana, y no son capaces de ver las descaradas burlas en sus rostros, ¿cómo les digo a esos pensantes que ellos son sus propios líderes y tienen todo el poder de determinación en los actos de su vida?

  ¿Cómo les explico que son genios de la creatividad dormidos y que con sus pensamientos pueden llevar al mundo a una época de oro o destruirlo si lo quisieran?

 No es tarea fácil abrir los ojos de quien tiene los parpados pegados con lagañas producto de tanto dormir.

 Venezuela está en proceso de elegir otra tanda de seudo líderes. Hace falta un filtro o tamiz con agujeros muy menudos, para que estas piltrafas humanas que se hacen llamar líderes, sean recogidas y echados a la basura.

  No sé si quedaran algunos candidatos con cierta sinceridad y cualidades para hacer la transición de la mierda a personas que de verdad tengan vocación de servicio.

 De todas formas, mis queridas amistades, cada uno de nosotros se sigue templando como el acero; sometido a fuego intenso y luego soportando un cambio violento de temperatura que una nuestras moléculas y haga nuestra cordura indestructible.

 Los sobrevivientes no son todos aquellos que sus cuerpos sobreviven, ni son todos aquellos que han muerto.  

 Los sobrevivientes son aquellos pensantes que mantuvieron su integridad incólume, indestructible, ante el incesante acoso de los farsantes, mentirosos, hipócritas, manipuladores y explotadores de las conciencias de los demás.

  Así que aquellos cuyos cuerpos murieron por la causa que fuere, y se mantuvieron íntegros a sus principios hasta la hora de la muerte; son sobrevivientes y merecen nuestro respeto.

 Si el enemigo tiene todos sus ejércitos asediando tu vida, esperando que te rindas cuando la sed, el hambre, y la desesperanza te oprima el cuello y no te deje respirar, recuerda que eres un pensante.

 Recuerda que puedes producir la energía más poderosa que ha podido impactar en este universo y causarle cierto temor.

 Tus pensamientos y los pensamientos de los demás pensante han transformado la superficie del planeta. Pero se te niega tu participación, se ha convencido a muchos, que los jefes, los líderes y autoridades son los que causan cambios en el mundo.

   Los llamados cambios importantes en la sociedad, no sirven de nada sin los cambios importantes que cada individuo puede causar en su vida. Y esa tarea la ejecuta pensando; produciendo ideas.

  Es por esa razón que me despido recordando que, si se desea producir pensamientos de calidad, pensamientos cuya energía promueva la armonía, la paz, la vitalidad, la salud y el amor, no descuides el control del acto de pensar.

 El ejercicio, la práctica basada ahora en una nueva comprensión; comprensión que antes no tenías, te va a permitir corregir los asuntos, temas o ítems donde perdías el control al entrar en contacto pensativo con ellos.

  Ha sido un placer. Buen provecho siendo integro. Nos vemos pensante.

 Autor: Emilio R. Fernández Ramos