LOS DEMONIOS DE LA MENTE
RARA VEZ EL EXORCISMO ES NECESARIO
Hola,
amiga(o) pensante. La mente es una maquinaria maravillosa. Lo que puede hacer
un pensante con ella sigue siendo algo sorprendente.
Usted
puede comprobar en este momento; si quisiera, puede encender el reproductor
mental y oír su canción de moda favorita. Incluso puede usarlo tipo karaoke
para cantar con su propia voz en la pista musical que instalará su mente.
Este
mecanismo de reproducción funciona hasta en automático. Puede usted estar
haciendo sus tareas mientras oye la canción de su preferencia. Ahora, si no lo
sabía, este mismo mecanismo de reproducción puede usarse para mantener
conversaciones consigo mismo, o como si estuviera hablando con otra persona.
Hasta
aquí, la mente recibe elogios; todo está bien mientras se tiene control de la
mente, de sus mecanismos para recordar y para imaginar. Pero en la medida que
se va perdiendo el control debido a la forma equivocada de conducir la mente,
por este mecanismo reproductor se pueden crear personajes que parecen gozar de
autonomía e identidad propia.
Es
tan usual para mucha gente tener un ángel que les aconseja lo bueno y un
demonio que les aconseja cosas malas. Se oyen muchas historias de personas que
afirman hacer lo que hicieron porque alguien allí dentro de su cabeza les
ordenó que lo hicieran. De acuerdo con los hechos, se pueden calificar de
demonios, de ángeles y hasta de Dios que les habla. En esta época son poco
frecuentes los casos de doble, triple o más personalidad, la moda es la
bipolaridad.
Hasta
el personaje llamado “mi consciencia” habla a través de estos mecanismos
mentales y esa voz hiriente y acusadora le trastorna el sueño y la tranquilidad
a la persona.
Mucho
más común es el uso de estos mecanismos mentales para tener conversaciones
consigo mismo. Mucha gente anda por ahí hablando sola. Por los gestos que va
haciendo se sabe que tiene una conversación muy seria consigo mismo. Los
especialistas mentales no comen cuento para diagnosticar que se padece un alto
grado de psicosis y se debe frenar eso.
Lo
que comienza como un uso de la mente para entretenimiento, poco a poco se
convierte en una pesadilla. Hay muchos casos donde se recurre a pastores,
sacerdotes y brujos para exorcizar y correr a un demonio producto de la mente
de la persona.
Con
esto no quiero decir que no existan casos que vale la pena estudiar o examinar
con detenimiento. Pero el asunto es que, de inmediato, se concluye que es una
posesión de un ente o ser de otra dimensión.
No
se asusten si saben que acostumbran a hablar solos. Revisen a ver si es que
están hablando en voz alta para oír lo que piensan o es un diálogo con otro
personaje. Si hay una dualidad de usted con un alguien más, ya sabe que va por
mal camino. Detenga eso. Si no puede, necesita empezar con aprender a
conducirse mientras conduce su mente.
Puede
decir lo que piensa en voz alta cuando está solo; esto se parece a escribir lo
que va pensando para luego leerlo. Ayuda a discernir o a hacer análisis de
situaciones para lograr un buen entendimiento.
Ha
sido un placer.
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