EL HOMBRE MÁS FELIZ DEL MUNDO
EL HOMBRE MÁS FELIZ DEL MUNDO
(Poema)
Se me agotó la paciencia.
La espera por volver a ver a la mujer de la que un día me enamoré, está a punto
de extinguirse. Es obvio que te sientes bien con los cambios de actitudes hacia
mí. Cambios que pensé, se debían a las fuertes presiones sociales que se están
viviendo y no tenían nada que ver con nuestro amor. Pero ni por breves momentos
aparecen esas señales que me indican que estás ahí para mí, pero que, por
motivos en contra de tu voluntad, no puedes expresarlo como solías hacer.
Eso era lo que yo creía.
Pero he visto el interés que pones al vestirte para verte hermosa cuando vas a
salir, y tus repentinos cambios de expresión cuando me ves venir. También he
notado cuando tengo oportunidad de pegarme a ti, que tu corazón desacelera su
ritmo. Pareciera que quiere huir, que no quiere latir para mí. Y tu piel se
pone fría y lisa como la de un cadáver.
Son demasiadas señales
que indican que algo está pasando, y que en nada me favorece. No soy uno de los
tontos amores ciegos, que se obligan a comer tachuelas para aprender a soportar
el dolor de estar siendo despreciado sin que le confiesen que ya no lo quieren.
Desde este momento, quédate
con tu libertad de amar a quien tú quieras, que yo me quedo con mi decepción
hasta que pueda liberarme de los recuerdos contigo, donde me sentí el hombre
más feliz del mundo.
Autor: Emilio R. Fernández Ramos
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