LA ESPIRITUALIDAD EN LA SEMANA SANTA
LAS CREENCIAS SON AFECTADAS POR EL CONTROL DE LA ACTIVIDAD PENSATIVA
Hola amiga(o) pensante. Se fue la semana santa, semana donde hace
explosión la espiritualidad. Las creencias religiosas se encendieron a todo lo
que podían dar.
Una población fundamentalmente religiosa, de
distintas maneras buscaron reactivar y fortalecer su fe. Cada quien puede
determinar los logros obtenidos por cumplir con los rituales usados para ese propósito.
Los más devotos se mantienen activos todo el
año, pero hay quienes conviven con sus creencias como algo folklorico. Una
tradición que tiene distintos usos. Pero las creencias permanecen en todos como
algo íntimo, muy personal.
Pueden darse cuenta si se lo proponen, que sus
creencias van con ustedes a pesar que no participen en actos o rituales para
demostrarlas.
Los rituales pueden ayudar a crear una atmósfera que ayuda al pensante a
hacer de sus creencias un bloque monolítico indestructible del cual no puede
ser separado.
Queda tan sólidamente soldado a sus ideas, que
ni el mismo se puede separar de ellas.
Pero todas las rutinas diarias que ejecuta una
persona; sus distintas maneras de actuar o responder emocionalmente a las
situaciones, se les puede catalogar como rituales, ya que el comportamiento
responde a sus ideas, pensamientos o creencias.
Todas las creencias religiosas están en la mente del pensante. Todo lo
que espiritualmente siente o experimenta es causado por las creencias que tiene
en su mente.
El Dios que cada quien concibe, está en su
mente. Está dentro de él.
No importa en qué lugar se encuentre, mientras
conserve la creencia tal cual como la ha diseñado o imaginado, así conservará a
su Dios.
La
existencia y el lugar donde se encuentra Dios está escrito en la creencia
concebida por el pensante. Aquel que tiene una creencia que niega a Dios, lleva
con él un Dios negado.
La no creencia de algo o de la no creencia de
la existencia de algo, es una creencia, y como tal, también le produce a esa persona
una experiencia y respuestas emocionales específicas.
La verdadera espiritualidad se trata de algo
que está por encima de las creencias. No por debajo o supeditado a ellas.
La semana santa, o cualquier día festivo por
motivos religiosos, deben ser días de reconciliación espiritual, no reunión de
creencias.
Aquellos que tienen una creencia similar, ya
están reconciliados. Pero aquellos que difieren en sus creencias, de los que ya
se está separados espiritualmente de ellos; son con los que hay que buscar la
reconciliación.
Pero cada pensante puede iniciar una reconciliación espiritual en su
interior flexibilizando sus creencias. O mejor aún, lograr estar por encima de
sus creencias. Poder separarse de ellas cuando lo necesite para abrir espacio
de cordialidad y permitirse oír a quien tiene una creencia diferente.
El amor espiritual, ese amor magnánimo,
incluyente e incondicional, no puede pasar por las barreras de las creencias.
Nadie ama con plenitud a quien rechaza o no acepta por sus creencias.
La espiritualidad debe mantenerse activa todos
los días del mundo. Esa experiencia obtenida es lo único que nos vamos a llevar
cuando dejemos este mundo.
Ha sido un placer. Buen provecho con ese amor
reconciliatorio. Nos vemos pensantes.
Autor: Emilio R. Fernández Ramos
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