LA IMPORTANCIA DE LA LOCALIZACIÓN

COMO ENCONTRARSE A SÍ MISMO Y MANTENERSE ESTABLE Y EQUILIBRADO

 Hola amiga(o) pensante. La incesante búsqueda para encontrarse a sí mismo, o para experimentar la esencia de quienes somos en verdad, tiene martirizado a muchos pensantes, que no dudan que tienen o son un espíritu.

 Están convencidos que lo van a saber después que muera el cuerpo. Por ahora no saben dónde está ese espíritu. Está en ellos, pero no saben con certeza donde.

 Las personas que han vivido con la incertidumbre, la vida que les ha tocado vivir ha sido un desperdicio, o no se le ha sacado mejor provecho. Al no saber dónde está su espíritu o alma, no pueden tener una localización estable.

 Los pensantes no están del todo convencidos de que o quiénes son, La ciencia y la religión lo acosan por ambos lados, necesitan pruebas que no haya manera de poner en duda.  

 Voy ayudarte a que encuentres una manera de encaminarte en dirección a ti, de tal manera que casi vas a chocar contigo y fundirte en uno solo.

 Y bastante falta que le hace al que vive en la incertidumbre de no saber con certeza de que o quién es.

 La fe ayuda en algunas cosas y otras no. No ayuda en aquellas situaciones donde se usa la fe para no seguir con las dudas o la incertidumbre.

 La naturaleza del pensante le causa que cuando se hace una pregunta es por qué quiere saber. No habrá manera de detener ese impulso por más que lo esconda y lo tape con todo tipo de ideas que le puedan servir para perder el interés. Ese deseo sigue latente.

 Aquí viene la ayuda que puede servir como brújula para encontrar el norte y saber qué dirección tomar.

 Se acostumbra a tocarse el pecho o la cabeza para señalar donde se puede encontrar esa alma o espíritu. Y no ha funcionado, la duda sigue. No hay convencimiento de que ese espíritu se encuentre ahí adentro.

 Pero hay algo que la gente ha estado haciendo toda la vida sin estar consciente que le da certeza, que le da conocimiento y lo convence. Este convencimiento es saber los que NO ES.

 Todos pueden mirar a su alrededor, y están rodeados de cosas construidas por el hombre, por la vida natural, por personas, y saben de inmediato que no son ninguna de esas cosas, ni ninguna de las personas que están observando.

 La certeza de quienes, o que no son, ocurre de inmediato, pero quienes son en verdad sigue en incertidumbre.

 Sin tener certeza de quienes somos, nos desenvolvemos en un mundo pretendiendo hacer las cosas bien, o llevar una vida con condiciones óptimas que permitan causar estados psicológicos al agrado del pensante.

 El proceso de reconocimiento de lo que NO se es, se hace de manera inconsciente. Llegó la hora que el pensante le dedique algo de tiempo por varios días a señalar de manera consciente todo aquello que no es.

 Hagan la prueba; pasen varios minutos durante varios días señalando todo aquello que no son y experimenten esa CERTEZA.

 Verán como ese proceso de convicción hecho ahora de manera consciente, los comienza a ubicar. Los comienza a localizar donde siempre lo han hecho, “están donde está su cuerpo físico”.

 La certeza de que están ahí, debilita esa duda acumulada de si están o no están, o si existen o no existen dentro o fuera del cuerpo.

 La certeza de que se está localizado donde sienten que se está, le quita importancia al hecho de no saber quiénes en esencia son.

 En la práctica, en el desenvolvimiento de la vida, es más útil experimentar estar localizado como una consciencia consciente del hecho, que vivir con la incertidumbre de no saber quién es y no tener o sentir una localización precisa.

 La incertidumbre de no saber quién es, causa inestabilidad en la localización.

 Una persona que padece de inestabilidad tiene problemas para sostener algo, para manejar, dominar o controlar algo.

 Intenten hacer cosas parados en un solo pie. La gente se adapta a hacer todas sus cosas desequilibrados e inestables, pero si así le salen más o menos bien. ¿Qué pasaría si pudiera hacerlas parado firme en las dos piernas?

  ¿Ah, pero sigue sin tener la certeza de quien en verdad es, sigue buscándose, sigue con la incertidumbre?

 No se puede pretender conquistar el pico Everest en un solo día.

 La localización es tan importante en este universo, que debemos dar gracias que el sol permanece donde está, y la luna permanece donde está, por eso es que todo funciona a favor de la vida.

 Si alguien quiere cuidar su vida debe cuidar su localización. Hay localizaciones físicas y hay localizaciones psicológicas.

 Un punto de vista es una localización psicológica. Una creencia es un punto o una localización fija desde donde se mira y se evalúa el mundo que nos rodea.

 Pero existen creencias diferentes, así que existen localizaciones psicológicas diferentes y desde cada localización las cosas se ven diferentes.

 Aquellos que practiquen señalar todo aquello que los rodea; “que no son”: van a terminar con la certeza de saber conscientes que están ahí; bien localizados.

 Son una unidad de consciencia localizados. Tienen una posición psicológica estable: no están creando inestabilidad, suponiendo que están en alguna parte dentro del cuerpo, o envolviéndolo todo.

 Vivan un tiempo usando la certeza de estar localizados de una manera consciente, para que la mente se reprograme y les active esta nueva memoria en todas sus actividades físicas y pensativas.

 Un pensante sin una localización estable o firme, va a caminar por la vida dando traspiés. Pero no solo por la vida social, en su mundo interior “no da pie con bola”. (Equivocarse reiteradamente).

 Luego de un tiempo para habilitar este comportamiento de localización perdido por la incertidumbre de no saber a ciencia cierta quien se es. Se puede dar el segundo paso para producir un contacto consciente con quien en esencia somos.

 Si lo desean cuéntenme sus ganancias en sus condiciones psicológicas y desenvolvimiento social. Si no, me da igual. Y dentro de unas semanas, hablamos de como adentrarse a lo más hondo de la piscina sin temor a tragar agua, para lograr esa certeza de sí mismo.

 Ha sido un placer. Buen provecho volviendo habilitar la pierna que no estabas usando. Nos vemos pensantes.

  Autor: Emilio R. Fernández Ramos