EL DESEQUILIBRIO PSICOLÓGICO
UNA AMENAZA QUE DEBES EVITAR; NECESITAS EQUILIBRIO PARA SOSTENER TU VIDA SIN APREMIOS
Hola amiga(o) pensante. Trata de sostener una escoba por la punta del palo,
haciendo equilibrio con ella en la punta de un dedo. Observa los movimientos
que tienes que hacer para que no se te caiga.
Los movimientos correctivos son en dirección de la inclinación. Pero, son
movimientos hechos a consciencia, con atención en la pérdida de equilibrio.
Tú, la mano, y el dedo deben hacer el movimiento necesario para corregir,
considerando; velocidad, cambio de posición, y altura. (A veces tienes que
agacharte o bajar un poco la mano)
Otra forma de equilibrio, son los que hacen espectáculos al caminar por una
cuerda. Estos usan una larga vara para hacer las correcciones. Pero, la vara se
usa como contra peso para balancear y mantener el equilibrio.
Para mantener el equilibrio psicológico, se pueden usar estas dos técnicas
mencionadas, que comprobado está, son efectivas.
En la primera técnica debes considerar dirección, velocidad, cambio de
posición y altura. Parece contradictorio que la corrección sea en dirección a
la inclinación.
Ejemplo; la persona tiene síntomas de alteración nerviosa. Indicativo que
pierde el equilibrio.
¿Qué sucede si va en contra de la dirección de la pérdida del equilibrio psicológico?
No quieres sentirse mal, y hace todo el esfuerzo para tranquilizarse,
calmarse, no sentirse así tan mal, etc. Sus pensamientos son en contra de la
situación que está viviendo.
En otras palabras, se mueve en dirección contraria, y ustedes por experiencia
saben que no funciona. La dirección correcta es mirar su nerviosidad, su
intranquilidad, su alteración nerviosa.
Para mirarla bien tiene que acercarse y prestarle atención. Este solo
movimiento de confrontar lo que siente, debilita la fuerza del trastorno que
está ocurriendo, y esta energía recuperada es más fuerza para llevar a cabo lo
que ya sabe que debe hacer.
¿Qué debes hacer?
¿Te sirve un cambio de posición, como irte de ese sitio?
¿Te sirve actuar con rapidez? ¿Te
sirve bajar tu nivel de enfrentamiento y cambiar de posición? ¿O te sirve
combinar los tres factores en tu accionar?
Primero debes ver hacia donde cae la escoba para actuar: Así debes ver tu
caída o inclinación que llevas, de otra forma no sabes que hacer.
Supongamos que en tu casa, uno de tus hijos ya adulto es una fuente de
perturbación, y estás a punto de volverte loco, alteración, insomnio,
emocionalidad descontrolada. Y sabes que la perturbación comenzó cuando tu hijo
adulto decidió volver a vivir en la casa. Cosa que te pareció maravillosa.
La pérdida del equilibrio es evidente, sabes que te vas a desplomar; has
pensado los movimientos que debes hacer para recuperar el equilibrio,
PEROOOO….”Se trata de mi hijo. Pobrecito, voy a darle un tiempo más para que
cambie o reconozca que me está haciendo daño con sus conductas.”
Así como este ejemplo son todas las situaciones que de manera particular
vive cada persona cuando está perdiendo el equilibrio psicológico. Pueden
verlo, pueden sentirlo, lo están viviendo y saben que deben hacer.
Por intuición saben que deben actuar con rapidez, saben que tienen que
cambiar de posición o cambiar la posición alejando a esa fuerza que perturba.
Saben que pueden bajar el nivel de los choques o encontronazos, para hacer el
movimiento correctivo estando más calmado o menos nervioso.
Lo saben, perooo…la solución o soluciones obvias, le tocan el alma, sus
sentimientos o el bolsillo. Pero lo que no deben olvidar, para evitar todas las
excusas que se están dando, es que una vez que la escoba se inclina demasiado,
ni que corras puedes evitar que se caiga en el piso.
En el caso del balance o uso de contrapeso, es algún recurso externo el
cual se le puede dar uso como contrapeso. Si no puedes hablar con tu hijo,
busca a alguien que el loco ese pueda escuchar calmado, o ve a las autoridades
y oblígalo a que lleve su desorden a otro sitio.
Para mantener el equilibrio hay que estar atento. Mientras se pueda hay que
actuar de inmediato, la ligera intranquilidad de hoy, en una semana, en un mes
o un año, pueda que se esté en menos condiciones para actuar y hacer los
correctivos.
Qué pena contigo, pero no vengas con el cuento que no te diste cuenta que
te estabas desequilibrando, y sabías muy bien lo que debías hacer. Y si no
podías hacer nada; por lo menos grita, pide auxilio con toda la fuerza de tus
pulmones. No seas pendeja(o).
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