¿ASUSTADOS POR LA DEPRESIÓN?
CADA DÍA SUCEDEN HECHOS QUE CONDUCEN A ESE MORTAL ESTADO DEPRESIVO
Hola amiga(o) pensante. Tiene que ocurrir un
hecho relevante a nivel mundial que le recuerde a la gente lo peligroso que es
caer en depresión.
En ese estado, los pensamientos con señales de muerte empiezan a flotar
en la imaginación de los afectados y el suicidio de manera directa o indirecta
se ve venir.
Los suicidios son una manera directa de
quitarse la vida, pero la gran mayoría de los afectados por la depresión
caminan buscando la muerte todos los días.
Caminar en dirección a la muerte es diferente a caminar en dirección a
la vida. Este es un punto para la reflexión profunda. Entender, que aunque la
muerte del cuerpo sea el final para todos, la vida se puede vivir muriendo, y
eso en verdad es una fatalidad.
Mucha gente entiende la depresión como si fuera una enfermedad
infecciosa. Es decir, si no estás infectado no tienes la enfermedad.
Pero con la depresión no ocurre de esa manera.
La depresión es todo un espectro emocional que se mueve en una escala de
intensidad desde niveles imperceptibles hasta niveles de intensidad
insoportable.
Si en este momento todos se hicieran un examen que pudiera determinar el
grado de depresión que padecen, muy pocos saldrían liberados.
Los factores o causas que provocan depresión suceden a diario. No se
puede evitar que la vida se desenvuelva en un ambiente en permanente
conflictos, desavenencias y desarmonías.
Pero las causas que hacen de ese padecimiento una condición crónica,
provienen de la mente. De la memoria consciente e inconsciente se activan
señales que revuelven el estado mental presente del pensante.
Los hechos y la realidad en el presente, no explican el sufrimiento que
padece la persona cuando la causa de mayor fuerza proviene de su historial de
vida; pasado o memoria.
La depresión se produce por acumulación de efectos negativos de hechos
que el pensante no se ha ocupado en solventar. El pensante al no verse
seriamente impedido, o en pocas horas o días se recupera de los efectos que lo
deprimieron, considera que ya esos efectos desaparecieron.
Es como si una persona al volante de un automóvil, con frecuencia le
ocurre que ha estado a punto de un accidente, o provocar una tragedia y en poco
tiempo le pasa el susto y sigue tentando la suerte, ya que no entiende que debe
hacer algo urgente para no pasar por esos peligros.
Con la depresión sucede igual, cada vez que el ánimo se desploma, invade
la tristeza o el desánimo reemplaza el entusiasmo, no hay que dejar pasar esas
señales de alerta.
Así como le sucede al conductor, que los leves accidentes ocurren por su
impericia al volante, o incapacidad para conducir; así le sucede al pensante
con la depresión.
Los hechos o sucesos que puedan producir algún grado de depresión solo
se hacen realidad por la incapacidad del pensante para conseguir autocontrol.
En otras palabras, ser eficiente en el manejo de su psiquis.
¿Y qué significa manejar bien su psiquis?
Tener control del acto de producir pensamientos. Tener control del acto
de pensar para que los contenidos de sus ideas sean producto de la reflexión,
análisis o entendimiento y no como resultado de una acción compulsiva o de
reacción producto del estado emocional negativo que se padece.
Si se requiere ayuda profesional para atacar los registros del pasado
que puedan estar promoviendo el estado depresivo, no se debe perder tiempo.
Pero la mejor ayuda es aquella que luego de salir de la emergencia, lo
enseñe cómo manejar su psiquis.
Un ejercicio que incremente el control del acto de pensar, es un
ejercicio que ataca los fundamentos que causan el descontrol mental. En este
blog hay suficiente información.
Ha sido un placer. Buen provecho pensador. Nos vemos pensantes.
Autor: Emilio R. Fernandez Ramos
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