ENAMORADA, PERO APENDEJADA
ENAMORADA, PERO APENDEJADA
(Poema)
Un amor que no resiste la más mínima tentación no se puede llamar amor, ni
proviene del corazón. Esa es la base de la traición del que confiesa que ama,
pero se puede ir a la cama con alguien que le provoque, sin sentir
remordimiento, ni una consciencia mortificándole toda la noche. Lejos está del
amor, y sin embargo hace alarde y jura por sus sentimientos para hacerlos
creíbles. Y la pareja sensible, que sí está enamorada, se hunde en la depresión
al sentirse traicionada. “Aquí no ha pasado nada para que te pongas así, estaba
en juego mi hombría y tuve que decir que si”. Trata de quitarle importancia,
pero no para aliviarle el dolor, solo quiere una pendeja enamorada que le
justifique su crimen mientras él mantiene su honor. La mujer ya apendejada, es
tan cobarde y miedosa, que siente que se le va la vida si lo llegara a perder,
y se vuelve obsesionada por servirle a este señor, de modo que no le quiten a
quien llama: “su gran amor”.
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