ME LLEGÓ LA HORA DE ECHAR RAICES
ME LLEGÓ LA HORA DE ECHAR RAICES
POEMA
Con la luz puedo ver como en un espejo mi imagen en tus ojos. Pero no la
veo en tu mente, mucho menos en tu corazón.
Ya he corrido muchos amores superficiales, amores aventureros dedicados al
placer y la diversión. Pero esto tiene que parar, los años pasan y el tiempo de
vida se acaba, este ciclo de parrandas interminables a concluido.
Los arboles echan raíces no porque no puedan ir de un lugar a otro, hay
nutrientes esenciales para la vida que su absorción debe ser permanente, si les
hubiera sido necesario, la plantas andarían como los animales y nosotros moviéndose
de un lugar a otro para encontrar esos nutrientes.
Me llegó la hora de echar raíces. Los nutrientes vitales para la trascendencia
de la vida de un ser humano provienen del amor, de la permanencia con una
pareja para construir un habitad familiar que pueda cobijar con amor la
descendencia que nos va a reemplazar.
Hay que saber cuándo una etapa de vida ha concluido y tener la sensatez y determinación
para detenerse a tiempo. Viví con pasión lo que viví y lo disfrute hasta la
saciedad, pero me desincorporo de la vida aventurera.
Tu rostro de desilusión no va a durar mucho. En tus contactos telefónicos hay
una lista de alternativas para cuando tu compañero de aventura preferido no
puede acompañarte.
Si mi imagen comienza a revolotear en tu mente y tu corazón no te deja
dormir por las ganas que tienes de verme, ya tenemos la mitad del camino
recorrido. Me gustaría que eso te pasara.
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