TERMINÉ CANSADO, CAZADO Y CASADO

 


TERMINÉ CANSADO, CAZADO Y CASADO

MINI RELATO DE AMOR

Una aventura me dio la oportunidad de conocerla. Recuerdo que fue un dos para dos. Un buen amigo iba a salir con su novia a una fiesta y en ese momento estaba de visita una prima y fui escogido como emergente para que ella no fuera una lamparita solitaria y aburrida, entorpeciendo el arrebato de amor que su prima esperaba darse con mi amigo. La solución de emparejar las partidas es una costumbre que hombres y mujeres conocen, y ya tienen experiencias de pasar por la expectativa de conocer al candidato o la candidata. Me confié en que me iba a encontrar con una mujer bella, deduciendo por la apariencia de las mujeres de esa familia y no me equivoqué. Pero ella me cuenta que cruzaba los dedos para ligar que no fuera yo en físico y manera de ser, la antítesis de sus gustos, y aunque no llené todos sus requisitos, era tolerable ir a la fiesta tomada de mi brazo. En su mente llevaba el propósito de pasarla bien, pero en la mía lo que había era una jauría de lobos hambrientos queriendo encontrar una presa apetecible. Pero el que terminó cansado, cazado y casado fui yo. Me llevó meses donde sentía que ya la tenía a punto de jaque mate, y en el último minuto su dama me destrozaba la jugada. Sus picaras sonrisas me convencieron que ya conocía mis malévolas intenciones y con rabia por el papel de tonto que hacía quise alejarme. Pero me encontré con una batalla entre mi mente y el corazón. Mi mente furiosa la despellejaba buscándole defectos y mi corazón embelesado recordando su candidez, sus risas, su voz, su todo, porque todo le gustaba de ella. Y le sigue gustando. Primera y única vez que soy feliz de ser derrotado.

Autor: Emilio R. Fernández Ramos  

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