LAS BODAS Y LOS DIVORCIOS; EMPATES Y DESEMPATES
LAS BODAS Y LOS DIVORCIOS; EMPATES Y DESEMPATES
(Poema)
Están todos mis amigos y familiares invitados para que
vengan a compartir mi alegría.
Con orgullo les presento a la persona con quien deseo
compartir mi vida.
Ya pueden ver el brillo de nuestra felicidad a la
distancia.
Nos uniremos para mantener esa felicidad durante el
resto de nuestras vidas.
Y botaremos la casa por la ventana para festejar tan esplendoroso
acontecimiento.
Con bombos y platillos, con entusiasmo y esmero, el
amor hace los suyo, pone a brillar hasta aquel que esté vestido de oscuridad.
Las fiestas y celebraciones acompañan esos
sentimientos de amor que se profesan esas dos personas y el mundo se ve bonito.
El futuro se ve soñador, y la vida sentimental
permanecerá inmaculada, protegida por este amor que será eterno,
inquebrantable, sin condiciones que alteren la dicha, el placer y la felicidad
de permanecer juntos para siempre. ¡Que viva el amor!
Así como lo he explicado son los inicios amorosos.
Permítanme que me ría. “Jajaja”.
Las irracionalidades son las que dan ganas de reír.
Mira tu propia vida y dime cuanto tiempo duró esa
felicidad, pero sobre todo y más importante; como terminó.
No hubo invitaciones para celebrar el divorcio o la
separación.
Se botó la casa por la ventana sin considerar gastos,
pero para contratar abogados y joder lo más que se pueda a esa o ese coño de su
madre que jodió tanto la vida.
En un nivel más bajo de economía, se le paga el brujo
de la cuadra para que lo llene de maldiciones y brujerías para que pague lo que
hizo.
Todo comenzó muy bonito, pero ese amor era como la
bruja malévola de los cuentos de hada que puede ponerse un bello rostro para
encantar a los inocentes niños.
Cuando su horrenda cara y horrible apariencia comienza
aparecer, desaparece el bello encanto del amor.
El rostro del desamor lo llevan muchas personas
impresas en sus almas y tatuadas en sus mentes. Y aunque pase el tiempo, e
intenten hacer nacer un nuevo amor, esa imagen maligna les recuerda cómo va a
terminar toda esa ilusión.
De aquellos que sufrieron esa horrible transformación,
muchos de ellos no saben cómo salir del cuerpo de bruja que adoptaron. Y no lo
van a lograr mientras sigan considerándose que fueron las víctimas, y todo el
fracaso fue culpa exclusiva de la pareja.
La inocencia que pregonan con tanta vehemencia, los
mantiene transformados en horribles rostros de desamor y un corazón pagando los
platos rotos de la irracionalidad que padecen
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