LOS SECRETOS DEL ESPACIO

  


NO TE MUERAS SIN SABER ESTO

Lo primero, diferenciar distancia de espacio. Podrás quedarte sin distancia y aun así sobrevivir, pero no puedes quedarte sin espacio y seguir existiendo.

Para tener distancia se necesitan mínimo dos puntos, pero para tener esos dos puntos únicos, o cualquier infinidad de puntos, se necesita espacio.

El universo, viéndolo como una unidad que se expande, para que tenga lugar esa expansión, solo es posible mediante la existencia previa del espacio.

Pretender causar espacio mediante el vacío, es no entender la extrema diferencia entre distancia y espacio. Ni siquiera debiera usarse como sinónimo, debido a que ninguna remplaza a la otra en ningún contexto.

La distancia le permitió al ser humano el desarrollo de la física, y el espacio la permite la existencia.

Existen espacio y distancia psicológica, en esta realidad subjetiva se puede comprobar la enorme diferencia en los resultados cuando se usa una o la otra.

Las distancias psicológicas delimitan los distintos aspectos de la personalidad. En el espectro de las emociones se pueden ver con claridad lo que estructuralmente ocurre con las actitudes, sus limitaciones son evidentes.

La distancia emocional, sentimental o psicológica, que las personas tienen con las cosas, prevalece a la distancia real que hay entre ellos y ese algo real. Ejemplo: puedes odiar a alguien sentado a tu lado sintiendo estar separados por una enorme distancia.

Tanto en el mundo psicológico como en el mundo real, los pensantes se niegan a usar el espacio cuando es necesario hacerlo. Y es necesario hacerlo cuando las cosas van mal, o hay que hacer correcciones.

El uso de la distancia puede ser beneficioso, y mientras las cosas marchen bien, el juego sigue siendo divertido. Pero en los momentos que los resultados no son los esperados, y los intentos por corregir son un fracaso, es el momento de recurrir al uso del espacio.

Ya se está habituado a ver espacio como la distancia que existe entre las cosas y esa visión del espacio confunde.

La distancia no es visible, pero usando el cuerpo como punto de vista para ver otros puntos, la distancia que sigue siendo invisible, se hace evidente y puede ser percibida.

Pero el verdadero espacio solo puede ser pensado, y no se llega a materializar a la vista como se hace con la distancia.

Una localización solo es posible, previa la existencia del espacio. Es obvio que este universo está localizado, se expande y parece cambiar de localización.

Nada de algo, y la Nada, son dos términos que hay que diferenciar su uso. “Nada de algo”, crea un vacío de ese algo, pero el vacío de la Nada, no es producto de la ausencia de algo.

Es en este vacío, o en la Nada, donde todo algo es posible su manifestación o existencia, esa es la cualidad del espacio verdadero.

El verdadero espacio es ese que está permitiendo la existencia de este universo y sus distintos contenidos o manifestaciones de la energía en toda su variedad y magnitud.  Y es tan vacío como la Nada.

Con las distancias, establecemos las relaciones sociales, las relaciones con la vida y la naturaleza en general, pero es el espacio que permite esas relaciones, sean buenas o sean malas.

La opinión del pensante, sus pensamientos o producción psicológica, no regula el espacio, aunque si regula la distancia que experimenta. Su existencia física y psicológica depende del espacio, no es al revés.

El pensante puede jugar con las distancias, pero tiene que arrodillarse ante el espacio.

Los secretos del universo se encuentran en el espacio, en su condición de vaciedad o de Nada.

En lugar de vivir distanciado, o rodeado de distintas distancias con respecto a todas las cosas con las que nos relacionamos, ha llegado el momento que la humanidad necesita por la emergencia que vive, reconciliarse con el espacio para liberarse de sus ataduras.  Y eso es un objetivo netamente espiritual.

Abre todas tus puertas psicológicas, quita las murallas que protegen tu mundo virtual, elimina esas ideas que imponen distancias con cada cosa en las que has pensado, y recupera tu capacidad de expansión, de comprensión y consciencia verdadera.

La distancia entre tú y tus padres, la distancia entre tú y tus hijos, entre cada cosa que tienes y no deseas tener, o que no tienes y deseas tener; o que aun tienes y deseas conservar. Son distancias limitantes. Son distancias que regulan tu emotividad, tus sentimientos, tu manera de ser contigo y con los demás.

Esas distancias son el largo de todas las cuerdas con las que te has anclado en esta vida. Así no vas a ninguna parte.

Quizás hayas pensado ir al cielo cuando se rompan las ataduras físicas. Pero lamento decirte que revises dentro de tu cabeza, ese cielo lo tienes pintado con pensamientos como toda tu personalidad.

Es una bonita pintura, pero sería mejor que en lugar de una pintura idílica, hagas un cielo de verdad, como lo sueñas, ahí dentro de ti en este momento, no después que te mueras.   

El crecimiento espiritual o la libertad con claridad, solo es posible si se vuelve a rehabilitar el espacio en nuestra consciencia.

Detrás de la creación, está la fuente de la creación. Soy respetuoso a esa causa creadora.

 Autor: Emilio R. Fernández Ramos

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