INCREDULIDAD
INCREDULIDAD
POEMA
No me hagas reír por favor. Tú, la misma que he conocido y de la cual
llevo una cadena montañosa de promesas incumplidas, actuaciones magistrales de
como embaucar a un enamorado que solo ve y oye con el corazón; ahora vienes
regenerada, reconociendo que soy valioso para ti. Que soy un diamante digno de
llevar en la frente para que el mundo vea sus hilarantes brillos serpenteando
por las sorprendidas pupilas para llevar a las mentes la idolatría de tu amor. Tú,
la misma que no me dio la espalda hasta que se cercioró que su espada me había traspasado
el corazón y esperó que mis lagrimas brotaran mostrando el dolor de la muerte
para poderse marchar. No lo puedo creer. Me he convertido en un incrédulo. No
tengo que hacer ningún esfuerzo para que la incredulidad aparezca como un escudo
de defensa contra la, seductora y fatal “Mata Hari” de mi amor.
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