¿SABÍAS QUE UN HECHO NO ES UN PROBLEMA?

 

ESTA ES LA MANERA DE QUITARTE MÁS DE LA MITAD DEL ESTRÉS QUE SUFRES POR LOS PROBLEMAS Y LA INTELIGENCIA APARECERÁ COMO POR ARTE DE MAGIA

Hola amiga(o) pensante. Te invito a que hagas la prueba con lo que te voy a explicar, y comprobaras de lo que te estás perdiendo si no lo haces.

Vas a perder más de la mitad del estrés, presión, o lo que llaman un estado de preocupación agobiante, que quita el sueño y hace la vida insoportable. 

La mente es un asistente, un asesor y una herramienta formidable, y muy eficiente a la hora de resolver problemas. Pero como todo procesador “inteligente”, debes plantearle la pregunta de manera correcta.

Prueba como la plataforma de Google cuando haces una pregunta con palabras mal escrita o no procesable; te responde: “quizás quisiste decir esto”, El planteamiento está mal hecho.

Hay que ser claro y preciso en el planteamiento de la pregunta que le vas a hacer a los procesadores tecnológicos o a tu mente.

Pero si no puedes diferenciar un hecho de un problema. Y tratarlos como dos asuntos diferentes, jamás podrás ayudarte con la mente a encontrar respuestas o soluciones a tu favor.

Es decir; primero tienes que saber identificar sin retardo, lo que es un hecho y lo que es un problema. Y el problema debes saber plantearlo, como te enseñaron en la secundaria.

Vamos comprobar si una persona en la cotidianidad de su vida, está separando los hechos de los problemas, y si tiene conocimiento de lo que debe de hacer con cada uno de ellos.

Hagan una lista corta de los problemas que tienen en este momento. Haganlaaaaaa.

Aquellos que hicieron esto; 1) no tengo trabajo, 2) mi pareja me abandonó, 3) mí mamá está hospitalizada, 4) mi hijo sale en las noches y no me dice a donde va. 6) No tengo como pagar el alquiler; 7) mi negocio no está produciendo ganancias; etc.

Como ven es una lista de hechos. Un hecho es algo que ocurrió o está ocurriendo. Un hecho no es un problema. Te robaron el carro; eso es un hecho.

¿Y que debes hacer con los hechos? … Confrontarlos, encararlos con un alto grado de serenidad, de tranquilidad, o de permanecer los menos perturbable posible para no responder de manera reactiva, compulsiva o emocional.

¡Ah que los hechos pueden generar problemas!  Eso es otra cosa. Hay unos que no, como; la fiesta de anoche es un hecho que disfruté y aun me regocijo.

¿Pero ya sabes plantear un problema que te incumba a ti solo? Eso es importante; se trata de establecer cuál es tu problema con respecto a ese hecho y hacerte un buen planteamiento para que tu mente que dispone de todo tu conocimiento y experiencia como la data que debe utilizar para procesar, te responda de manera que puedas hacer algo al respecto.

Esta es la razón por la cual repiten muchos pensantes que “todo problema tiene solución”. 

Y esto es cierto si sabes llevar a la práctica la separación de los hechos y establecer cual es tu problema.

Cuando estudiabas de seguro te encontraste con profesores de física o matemática que te daban una notificación por solo saber plantear el problema, así cometieras error sumando o restando.

“Mi problema es que me quedé sin trabajo”. Eso para un procesador como la mente es inútil. Vas a sentir que no puedes pensar, que no se te ocurre algo que puedas hacer para resolver “tu problema”.

Al sentir esa impotencia mental, viene la angustia, la desesperación y el mal estado psicológico invade todo el cuerpo.

Imagina a una persona que todos los hechos son un problema. El gobierno y su dictadura, la inflación y todas las necesidades para sobrevivir son vistos y sentidos como problemas.

Si esa persona no se anda arrastrando con el peso o la presión que siente, es poco.

Y en vista que algunos de mis lectores no les gusta leer textos muy largos, debido a que su atención se les cansa. Pobrecitos. Hasta aquí lo dejo como la primera parte de este tema.

Si te provoca hablaremos un poco más para que veas el gran alivio psicológico que vas a experimentar, no solo separando los hechos de los problemas, sino conociendo bien lo que debes hacer con cada uno de ellos para tu bien.

Esa inteligencia que no creías tener, aparecerá como por arte de magia.

 Ha sido un placer. Buen provecho con los problemas verdaderos.

Autor: Emilio R. Fernández Ramos