LLEGAR A LA DEPRESIÓN PUEDE SER EL FINAL DEL CAMINO

  

EN LA DEPRESIÓN PROFUNDA EL ESTADO DE APATÍA OCULTA EL IMPULSO A LA MUERTE

Hola amiga(o) pensante. Esta en una definición de “depresión” copiada de Google. Depresión:

Enfermedad o trastorno mental que se caracteriza por una profunda tristeza, decaimiento anímico, baja autoestima, pérdida de interés por todo y disminución de las funciones psíquicas.

En la ansiedad como explicamos en la publicación anterior, ya la imaginación se ha vuelto compulsiva y el pensante vive en un estado de pánico agobiante.

Todo lo que imagina son cosas malas que le van a ocurrir, y entre gritos y lamentos, están a punto de que los amarren,

La depresión es el siguiente escalón hacia el abismo de la muerte. Imaginen haber llegado al fondo del famoso Gran Cañón de Colorado en USA. Verse que quedaron atrapados, y fracasando en todos los intentos hechos por escalar las paredes.

No les queda otra opción que hundir la cabeza entre las piernas esperando la muerte que tanto imaginaron cuando pasaron por el camino de la ansiedad.

La imaginación del deprimido, perpetuó el sentimiento de muerte, y el abatimiento es tal, que la persona parada en el balcón, o viendo el tren del metro que se acerca, siente unas ganas inmensas de lanzarse para acabar con esa agonía. Y unos cuantos en todas partes del mundo toman la decisión y se suicidan de cualquier manera.

Hoy otras maneras encubiertas de suicidarse, Con la depresión se manifiesta un estado de apatía, o desinterés por todo, que les da un aspecto de serenidad, como si estuvieran meditabundos, y pueden funcionar en sus trabajos, o en las actividades de la casa, y hacen aparecer el suicidio como si fuera un accidente. Si no es la persona que lo provoca, o está en sus manos evitarlo, no hace lo que puede hacer para evitar una tragedia. Y no les importa llevarse con ellos a quienes estén cerca.

No esperen que un deprimido se ocupe de su salud. Es capaz de hacer todas las cosas que el médico le indica que NO debe hacer. Algo así como: “dejarse morir sin querer; queriendo”.

Hay estados emocionales dolorosos donde la tristeza y la melancolía se pueden observar a simple vista, y no son necesariamente estados depresivos.

Se puede llegar a un estado fuerte de depresión sin demorarse mucho tiempo en periodos fuertes de ansiedad.

Un quiebre psicológico puede ocurrir “repentinamente”. En tan corto tiempo que hasta el mismo enfermo se sorprende. Pero no se equivoquen, ya las termitas venían comiéndose esa madera por dentro. Ya sobrevivía con el desorden mental, esperando que algún día su mundo interior se tranquilizara .

Ya esa persona parecía vivir en una montaña rusa, subiendo y bajando sin control por las emociones negativas, descontrol del acto de pensar y de la imaginación, pero quizás en su trabajo o atendiendo la familia podía aferrarse para sacar voluntad o fuerza de donde no tenía para no quedarse postrado en la cama y dejarse morir.

Hoy en día la ciencia puede encontrar pruebas físicas de mal funcionamiento orgánico o alteración de valores, producto de condiciones psicológicas severas.

Pero también hay quienes interpretan esas evidencias a la inversa. Es decir, son esas alteraciones químicas del cuerpo que están produciendo ese mal estado psicológico. Y no todo el tiempo es así.

AL cerebro como centro de control, llegan todas las señales eléctricas que provienen de todas las células del cuerpo, Y debe conmutar las señales para dar instrucciones a través de la misma cablería nerviosa por donde recibe las señales para informar al sistema inmunológico, defensivo o reparador, para que actúen químicamente y se dé la respuesta adecuada.

Pero ya demostramos que la imaginación descontrolada actuando de manera compulsiva, causa que el cerebro reciba estas señales irreales, de las que no existen causas verdaderas, y de instrucciones y se actúe químicamente para responder o resolver un problema que no existe.

Con un electroencefalógrafo se puede ver y medir la actividad neuronal y sináptica. Las alteraciones de sus funcionamientos coinciden con los síntomas físicos.

Para rescatar a un deprimido hay que usar las grúas más poderosas que el hombre haya inventado, y si ya está medicado por largo tiempo, el trabajo adicional es llevar al organismo a un nivel donde esos químicos no remplacen al cerebro en sus funciones de girar instrucciones. El retroceso le exige a la persona una fuerza de voluntad y coraje que no tiene. Pero de que se puede se puede.

Las personas no saben cuando pueden necesitar tener algo de información, para saber por lo menos por donde dirigir sus acciones.

El que lo desee puede comprobarlo. Fue después que el familiar se enfermó o fueron ustedes a quienes les dio el infarto, diabetes, deficiencia renal o cualquier otra enfermedad que se vieron obligados a enterarse de muchas cosas acerca de la enfermedad.

Y si hubieran tenido toda esa misma información antes, tengo la seguridad que se hubieran evitado muchas cosas malas por las que pasaron, inclusive la muerte.

Cuidar la vida, es cuidar la salud física y tener una buena gestión psicológica.

 Ha sido un placer. Buen provecho reconociendo el peligro.

Autor: Emilio R. Fernández Ramos