TÍMIDA, PERO NO INOCENTE

 


TÍMIDA, PERO NO INOCENTE

PROSAS AMOROSAS  

Tú quieres que te encuentre y te escondes

Tú quieres que te bese y no pones tus labios a mi alcance

Tú quieres que me enamore perdidamente de ti y huyes con tu mirada a no sé dónde, porque sigo tu atención y no hay algo de interés que valga la pena mirar adonde miras.

No me das la oportunidad de acercarme lo suficiente a ti para por lo menos captar que tanta empatía hay entre tu cuerpo y mi cuerpo; entre tu mente y mi mente, y entre tu alma y mi alma.

Con esas ligeras señales de que te gusto y de que tú me gustas, el amor no encuentra un terreno fértil donde pueda echar raíces, y los gustos son susceptibles de cambiar.

Estoy convencido que tu evidente timidez no va acompañada de inocencia, y eso me ha tentado para que te diga lo que te estoy diciendo, y no creo equivocarme.  Por lo menos hazme saber que no soy un presumido jactancioso que se cree lo que imagina.

¡¡UFF!! … ¡Santo dios! ... ¡Que manera de responder! …No sueltes tus brazos de mi cuello, quiero más besos como este de respuesta.

Autor: Emilio R. Fernández Ramos  

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