TEN HERRAMIENTAS PSICOLÓGICAS A LA MANO

 


LA HUMANIDAD SEGUIRÁ SOMETIDA A PRESIÓN, LAS ESTRUTURAS PSICOLOGICAS CAERÁN HECHAS PEDAZOS

 Hola amiga(o) pensante. Las herramientas psicológicas: saber y poder hacer algo cuando se presente la emergencia, son como cualquier herramienta de las que se disponen en la casa o el vehículo, por si se presenta una falla que podemos corregir sin necesidad de recurrir al profesional o especialista.

  Los pensantes pasan el día conduciendo sus vidas mediante una actividad pensativa incesante; agotados esperan tener un sueño reparador para empezar de nuevo a pensar el día siguiente.

 Pero después de tanto ajetreo y recorrido tumultuoso, su estado mental está tan recalentado, que necesita con urgencia hacer algo para enfriarlo.

 Aquí aparece otro “pero”; no tiene una herramienta que sepa usar para enfriar la mente que está a punto de explotar. Lo único que puede hacer es esperar que el sueño alivie su situación.

 Al final del día el pensante puede saber cómo se encuentra. Todos saben cómo se sienten y el grado de alteración que están sufriendo. Es posible que sepan que hacer, pero no han ejercitado el uso de ese conocimiento.  

  Dedican muchas horas a leer artículos, y a recopilar buena información acerca de cómo mantener un buen equilibrio mental, lograr estados placenteros y evitar condiciones que alteren el mundo interior.

 Y han guardado abundante información acerca de lo que se debe hacer para mantener una buena salud mental y evitar los efectos físicos dañinos. Pero no han aprendido a usar las herramientas. Compraron la bicicleta para mantenerse en forma, pero no saben montarla.

  Ninguna persona está exenta de pasar por dificultades psicológicas. Sobrevivir y lograr los objetivos que cada quien se propone llevan consigo cualquier cantidad de dificultades.

 Una persona puede evitar problemas con el mar, no yendo nunca a bañarse o navegar en él. Si no quiere problemas con los aviones, no tiene ni se monta nunca en uno, aunque existe la posibilidad que le caiga uno en la cabeza.

 ¿Pero cómo evita un pensante tener y usar una mente?

  Piénsenlo, el asunto es de vital importancia. Las tensiones por guerras o amenazas de guerra son tan desbastadoras como los que están sufriendo directamente los involucrados.

 La tensión por distintos motivos en la sociedad mundial tiende a intensificarse. No va a haber descanso mental ni espiritual.

 Recibir ayuda o atención psicológica en medio de acciones y pronósticos aún más catastróficos, se hace menos probable. El techo de la casa, roto por la lluvia, se puede reparar después que escampe o deje de llover.

  Avísenme cuando a algunos de ustedes, deje de llover dificultades en su vida o en la vida de quienes aman. Imposible en estos momentos irse a vivir a otro lugar fuera del planeta.     

  Por daños psicológicos hay damnificados por todas partes. Ya es algo tan habitual que ni se le presta atención. Las víctimas lo ven como algo natural, y suponen que solo tuvieron el infortunio de que su caso los haga sufrir más que a los demás.

 El que sufre siempre piensa que su sufrimiento duele más que el que siente otro. Todos están ocupados en prestarle atención a su propio padecer psicológico. Y como dicen en mi pueblo; Está llegando la hora que: “mono no carga encima a su hijo”.

 “Guerra avisada no mata soldados”, ¿y si los mata…? Así de estúpidos serán.

  Cada vez que una persona se lamenta de no haber hecho lo que pudo hacer; reconoce su estupidez.

 ¿Por qué esperar tener ese lamento si podemos examinar a ver si estamos actuando estúpidamente ahora?

  Ya yo lo he hecho y no dejo de echar una mirada para ver si me falta entendimiento para comprender las cosas. Única forma de dejar de ser estúpido.

 Ha sido un placer compartir herramientas psicológicas todo este tiempo en “actividad pensativa”. Buen provecho eliminando la estupidez. Nos vemos pensantes.

  Autor: Emilio R. Fernández Ramos

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