AQUÍ; LA VIVEZA SUSTITUYE LA INTELIGENCIA
AQUÍ; LA VIVEZA SUSTITUYE LA INTELIGENCIA
(Poema)
Para que ser inteligente
si lo que necesito es viveza, el pendejo se muere chiquito o sufriendo de
tristeza. A caso no ven como es esta fiesta, donde más vale un carnet y
pertenecer a un partido que te piden te retrates guindado como un chivito de la
teta de su madre, chupe que chupe esa teta como jalando mecate. Que currículo,
ni que ocho cuartos, no seas tan ridículo matándote por estudiar, aprende a
jalar bolas y a los tuyos traicionar, y lograras lo que quieras con orgullo
personal. Las elites te están esperando para ver con cuanta lealtad te
arrodillas ante ellos mientras estrangulan a tu pueblo apretándolos por el cuello.
Si ya eres líder de calle, conoces los beneficios y la gran oportunidad de
desarrollar tu viveza, comerás mejores presas y una porción mayor de las
limosnas que a los pobres les dan de consolación. Ser ladrón sin mascarilla es
el nuevo prototipo de ciudadano ejemplar que se sacrifica por su pueblo
buscándole bienestar. Bienestar para su
bolsillo, para los amigos y familia, pero los pendejos creen que el personaje
se sacrifica, que el pobre no come ni duerme, sufre noches de vigilia, pensando
cómo ayudarte y sacarte de esa ruina. Donde
haya algo que repartir que sea de algún valor, no hallaran a un encargado que
no actúe con presteza para sacar su viveza y ver como se aprovecha, no importa
a quien perjudique ya perdieron el sentido de la ética y la nobleza. En estos
tiempos de crisis, de subsidios y limosnas para paliar la debacle, surgen los
jala mecate para encabezar las misiones como servidor social, porque son tan
buena gente que se van a sacrificar, para el bienestar de su pueblo, que aman a
carta cabal. Una red de corrupción es lo que se ha creado en todos los niveles por
donde baja la repartición, y lo que va llegando al pueblo no hay quien lo
supervise, son una manada de buitres que no tienen corazón. Los pendejos deben
resistir con el estómago vacío, mientras los que tienen la viveza su único gran
problema es decidir, que manjar se come ese día, para no tener que repetir, las
suculentas comidas de su último festín. Yo me quedo apendejeado cuando le dan
esos halagos al pueblo de: “hemos resistido y seguiremos resistiendo los años
que haya que resistir”. No se explican
en qué condiciones resisten ellos y en qué condiciones resistes tú. Que digan
que necesidades han pasado y mira las que has pasado tú. Que digan donde
estudian sus hijos, y mira los sacrificios que haces tú. Por eso mis queridos
amigos, les hablo con ligereza, porque no quiero que se me note que he
desarrollado la viveza. ¡Que viva yo! Tú no. Ese es el eslogan que llevamos en
la cabeza.
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