EL INDIGENTE

        


         EL INDIGENTE

                     POEMA

En una charca un indigente tendido estaba

Sucia su ropa, sucio su cuerpo, sucia su alma.

Su magra mano en señal de auxilio él estiraba

Nadie lo vio, todos pasaron sin decir nada.

Un nubarrón cubriendo el cielo arremolinaba

Te ahogaré, vas a morir, él oía que le gritaba

Hoy me confieso, sus pecados, Dios escuchaba.

Estás conmigo, tú alma sucia con esta lluvia queda lavada

Y así murió, limpio por dentro, sucio por fuera, como él estaba.

Autor: Emilio R. Fernández Ramos  

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