EL INDIGENTE
EL INDIGENTE
POEMA
En una charca un indigente tendido estaba
Sucia su ropa, sucio su cuerpo, sucia su
alma.
Su magra mano en señal de auxilio él
estiraba
Nadie lo vio, todos pasaron sin decir
nada.
Un nubarrón cubriendo el cielo
arremolinaba
Te ahogaré, vas a morir, él oía que le
gritaba
Hoy me confieso, sus pecados, Dios
escuchaba.
Estás conmigo, tú alma sucia con esta
lluvia queda lavada
Y así murió, limpio por dentro, sucio por
fuera, como él estaba.
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