LA INSACIABLE MOSQUITA MUERTA


ECHANDO EL CUENTO A UN AMIGO.

Tengo el corazón rompio.

No se dice rompio, se dice roto.

Rompio, roto o desguañingado es la misma vaina.

Recuerdas la chica que te conté; a la que le estaba “echando los perros”.

Está bien, corrijo: a la que estaba enamorando.

Te decía que era una inocente paloma;

que lo más seguro era que tenía que enseñarle a hacer el amor.

 ¿Y qué pasó?

Esa mujer con pinta de mosquita muerta, es una cuaima.

Una boa, una culebra constrictora,

Me destrozó todo por dentro; el corazón, los pulmones, los huesos y hasta los testículos.

Esa se me enrolló como una culebra a su presa,

Me sujetó por el cuello y no me dejó respirar hasta las cinco de la mañana.

Me soltó después de tanto rogarle que dejáramos un poquito para más tarde.

Pero eso hace feliz a cualquier hombre.

Eso era lo que yo creía; pero esta mosquita muerta tiene un demonio por dentro.

Esa mujer es violenta e insaciable, poco le importa si te asfixia apretándote por el cuello

Y lo que es peor, todo el tiempo te gruñe y te dice que te va a matar.

Vamos a tomarnos un trago para pasar el susto.

Tengo que pensar mucho si vuelvo o no hacer el amor; con la insaciable mosquita muerta.

Autor: Emilio R. Fernández Ramos  

Comentarios

Entradas más populares de este blog

¿ÁNIMO POR EL SUELO?

LO QUE PUEDES Y NO PUEDES HACER POR TI

¿ESTÁS DISPUESTO A HACER CAMBIOS EN TU VIDA?