LA INSACIABLE MOSQUITA MUERTA
ECHANDO EL CUENTO A UN AMIGO.
Tengo el corazón rompio.
No se dice rompio, se
dice roto.
Rompio, roto o desguañingado
es la misma vaina.
Recuerdas la chica que te
conté; a la que le estaba “echando los perros”.
Está bien, corrijo: a la
que estaba enamorando.
Te decía que era una
inocente paloma;
que lo más seguro era que
tenía que enseñarle a hacer el amor.
¿Y qué pasó?
Esa mujer con pinta de
mosquita muerta, es una cuaima.
Una boa, una culebra constrictora,
Me destrozó todo por
dentro; el corazón, los pulmones, los huesos y hasta los testículos.
Esa se me enrolló como
una culebra a su presa,
Me sujetó por el cuello y
no me dejó respirar hasta las cinco de la mañana.
Me soltó después de tanto
rogarle que dejáramos un poquito para más tarde.
Pero eso hace feliz a
cualquier hombre.
Eso era lo que yo creía;
pero esta mosquita muerta tiene un demonio por dentro.
Esa mujer es violenta e insaciable,
poco le importa si te asfixia apretándote por el cuello
Y lo que es peor, todo el
tiempo te gruñe y te dice que te va a matar.
Vamos a tomarnos un trago
para pasar el susto.
Tengo que pensar mucho si
vuelvo o no hacer el amor; con la insaciable mosquita muerta.
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