LLUVIAS Y DESLAVES


 LLUVIAS Y DESLAVES

(Poema)
Se quejan: lluvia, lluvia, lluvia. Levantan los brazos al cielo para que cesen rogando a dios con desconsuelo. Las nubes galopan raudas y apretujadas para contestarles con unos truenos. Los perros ladran, los niños se asustan, los techos flamean al compás del viento. Alla en las montañas de los muertos manantiales y de las cabeceras cortadas, piden castigo por sus asesinatos, pero los responsables se han ido, la muerte se los ha llevado. Con inusitada furia la lluvia llena el vientre de la madre tierra hasta hacerla abortar de manera prematura, y en vez de manantiales de agua pura, lo que pare son deslaves. Alguien tiene que pagar las consecuencias de la inmadura sensatez, de los que piensan en el pan para hoy, y no piensan en el mañana. Ante las implacables lluvias, las rocas de las montañas no se pueden contener. Las fuertes raíces de los árboles no los pueden sostener, y quien los está doblegando es el agua dulce que todos pueden beber. Alla van cuesta abajo los mal paridos deslaves, buscando el cauce de los riachuelos desaparecidos. Y lo que encuentran son ranchos, con la gente pobre del pueblo. La corriente del deslave con sus muertos busca al mar, o aun rio hermano mayor, para pedirles el favor, que los muertos de ese día, se los lleven a enterrar.
Autor; Emilio R. Fernández Ramos

Comentarios

Entradas más populares de este blog

¿ÁNIMO POR EL SUELO?

LO QUE PUEDES Y NO PUEDES HACER POR TI

¿ESTÁS DISPUESTO A HACER CAMBIOS EN TU VIDA?