EL AMOR DE UN LOCO

  


PROSAS AMOROSAS

Me cerraste las puertas en la cara, no me reconociste.

Por eso recurro a pasar ésta sucia carta por debajo de la puerta, esperando la leas antes de romperla.

Lo que viviste por mi causa es irreparable.

Si lees todo el contenido, quizás dejes de sangrar

y cicatrices las heridas que claman por una explicación de mi alocado comportamiento.

Un día desaparecí de tu vida, pero también,

desaparecí de la mía, mi mente se hizo cargo

y no supe más de mí..

La causa de la muerte de mi derecho a sentir amor,

a amar y ser amado, decidió que yo no estaba apto

para tan noble sentimiento.

La locura de la mente se apoderó de mi alma,

Y galopa con ella por retorcidos vericuetos,

por fantasmagóricos reductos, por oscuras callejuelas.

No puedo ver en las tinieblas, y mis piernas incontroladas

me llevan sin rumbo por las orillas de carreteras  desconocidas para mí.

Pero siempre llevando en mi puño este mal oliente papel

por si algún día me tropezaba contigo, o el demonio

que llevo por dentro, se le ocurría pasar por el frente de tu casa, y pudiera recordar que ahí vive el amor de mi vida.

No sé si me complació, o si solo quería asegurarse

que mi corazón había dejado morir el amor que siento por ti.

Pero se equivocó, mi amor por ti sigue vivo.

Y me lo llevo al manicomio del más allá,

Donde con seguridad seré encerrado,

Para seguirte amando toda la eternidad.  

Autor: Emilio R Fernández Ramos  

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