EL DESTINO DE UNA FLOR

          

PROSAS

 No todas las flores conocen su destino. Sin querer oí las reflexiones de una flor rebelde antes de ser cortada. Le decía a las otras flores; “Ayer dejé de ser un capullo como muchas de ustedes, nuestras plantas madres viven orgullosas por nuestros destinos con los seres humanos, nos recomiendan mostrar toda la exuberancia que podamos, exhibiendo arrogancia, vanidad y encanto. Pero no tenemos identidad en sus manos, solo somos un gesto del amor de aquellos que nos elijan como regalo u ofrenda. En uno de mis sueños de retoño, llegó a mí un ave de iluminadas plumas blancas, que me describió el futuro que nos espera. Nuestro final es ir sin misericordia a los cestos de basura, malolientes y despreciadas, o moriremos en la inclemencia del sol o de la lluvia cuando todos abandonen la tumba del difunto, o haya concluido la ceremonia que decoramos. . En la mente del humano  que nos usó como presente, o como una decoración, solo les queda la impresión que causamos, y en la memoria de quienes vamos a exhibirnos, solo hay pensamientos de gratitud para quien hizo el gesto de usarnos. Esa hermosa ave me recomendó que les explicara esto, y que les dijera lo actitud que deben asumir para morir con dignidad: al ser elegidas; “cuando su vida se esté apagando y sus pétalos se marchiten, no doblen la cabeza por vergüenza, háganlo de satisfacción por que cumplieron la misión divina, de despertar y avivar el amor en los hijos preferidos de Dios”.. 

Autor: Emilio  R. Fernández Ramos