DESPERTANDO EL PODER DE CONCENTRACIÓN

  

TU INTELIGENCIA APARECE EN LA MEDIDA QUE PUEDAS CONCENTRARTE

En el artículo anterior se habló de la relación entre el interés y la atención.

Ya deben haber comprobado que se tienen que interesar primero en algo para poder prestarle atención. Pero lograr interesarse en algo que llegue al nivel de una pasión, de un entusiasmo, gusto o placer por mantenerse involucrado con ese asunto, no parece estar bajo la voluntad de la mayoría de las personas.

También debieron observar que el interés por cosas superficiales; que inclusive no tienen nada que ver con sus metas o grandes sueños, empiezan a consumirles una gran parte de ese tiempo que deben dedicar a lo que verdaderamente tiene que ver con su calidad de vida que aspiran lograr.

Solo te puedes hacer consciente de aquello que le prestes atención. El que desea aumentar su comprensión o conocimiento de algo, debe ser capaz de sostener su atención sin ningún esfuerzo el tiempo que sea necesario.

Hay quienes pueden reflexionar, analizar o discernir con una amplia cobertura, profundidad y rapidez; y hay otros que no pueden hacerlo; son lentos y superficiales por lo que su posición dentro de un grupo nunca será de liderazgo. Y todo se debe al dominio de la atención.

El líder siempre tiene una solución, pareciera que lo sabe todo, pero no se equivoquen. Lo único que necesita es “darle una mirada” a la situación, pero lo hace de tal manera que sorprende la rapidez de su respuesta.

Con la práctica pueden observar y discernir a gran velocidad. En cambio, el común de la gente toma decisiones no basado en la realidad que está sucediendo, sino que lo hacen basado en sus experiencias con hechos del pasado. Es decir, su atención se enfoca en lo que le muestre la mente.

Hay decisiones que son casi instantánea, esto lo saben los que operan con CFDs en la bolsa de valores en el modo scalping, en décimas de segundo el precio cambia. O cualquier persona que viva una situación sorpresiva donde solo tiene fracciones de segundo para decidir y actuar.

En esta cultura, nos hemos entrenado para recordar y repetir lo que hemos aprendido, y así saber lo que debemos hacer en un momento determinado. Pero NADA de observar, y si observas algo, quien eres tú para estar diciendo cosas que difieren de las autoridades en la materia.

Así que; el interés no es una producción endógena, la sociedad decide por ti en lo que te debes interesar. Y dentro de ti, tu mente se encarga también de imponerte el tema o el asunto que debes prestarle atención.

Entre la autoritaria y mercantilista sociedad que te rodea, y tu mente, te han estado estafando tu poder e inteligencia.

Haz la prueba de mantener la atención enfocada un minuto usando la vista o la audición, que alguien te controle el tiempo o pon una alarma. Si piensas, perdiste. Si tu vista o tu oído cambia a otra cosa, perdiste.

Observar no es pensar, no es hacer conjeturas mientras lo haces, no es recordar. Inevitablemente al observar con atención, estarás haciendo consciencia de ese algo.

Para no hacer este escrito tan largo, habrá una continuación, para mostrarle la formula completa. Que incluye la manera de crear interés por voluntad propia.

Una vez que sepas lo que parece ser un secreto, puedes ejercitarte produciendo tu genuino interés, y veras como aparece la motivación, el gusto y hasta placer por mantenerte involucrado en ese asunto.

Ha sido un placer. Buen provecho.

Autor: Emilio R. Fernández Ramos